Washington, 6 sep (RHC) ''Aquí estamos y no nos vamos'', corearon repetidas veces centenares de personas frente a la Casa Blanca como protesta a la decisión del gobierno estadounidense de rescindir una iniciativa a favor de inmigrantes indocumentados.
El programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, siglas en inglés), existente desde junio de 2012, da protección legal a unos 800 mil jóvenes contra la posibilidad de ser deportados, recuerda Pensa Latina.
La medida permite a quienes arribaron sin papeles a Estados Unidos cuando eran niños permanecer en su territorio, y obtener permisos de trabajo, renovables cada dos años, si cumplen diferentes requisitos.
Sin embargo, el DACA está siendo rescindido, anunció el secretario de Justicia, Jeff Sessions, quien cuestionó además la legalidad del mecanismo aprobado por orden ejecutiva del entonces presidente Barack Obama, antecesor del actual mandatario, Donald Trump.
Previo al mensaje de Sessions, funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional precisaron que no aceptarán nuevas solicitudes de quienes podrían cumplir los requisitos del programa pero no están protegidos hasta el momento.
Al mismo tiempo, dieron a conocer que los beneficiarios actuales no se verán afectados hasta del 5 de marzo de 2018, y los poseedores de un permiso que expire entre hoy y esa fecha podrán solicitar una renovación de dos años, pero deberán hacer el pedido antes del 5 de octubre próximo.
Con DACA o sin DACA, somos inmigrantes, y hemos luchado mucho en Estados Unidos, y lo vamos a seguir haciendo para mejorar nuestras vidas, manifestó a Prensa Latina el mexicano Norberto López, de 23 años de edad y 22 como residente en el estado de California.
'Proseguiremos adelante hasta el final, hasta que recibamos una propuesta que respete a todos los inmigrantes en este país', recalcó el graduado universitario de Sociología.
A juicio del ecuatoriano Luis Yumbla, quien vive en Nueva York hace más de dos décadas, resulta necesario defender este programa pues los beneficiarios son personas muy estudiosas y trabajadoras que ayudan a su familia.
Nuestros hijos, agregó, se integraron a la cultura estadounidense, quieren a este país, respetan sus valores, y contribuyen a la economía local.
Para la mexicana Valeria Mejía, alumna de nivel superior en esta capital, DACA representa la posibilidad de estudiar, formarse y después aportar a la comunidad.
Como han expresado aquí, podrán quitar este programa, pero no acabarán con la dignidad de estos muchachos, sostuvo el profesor estadounidense Louis Rollins.
Durante la concentración en la Plaza Lafayette, desde donde diferentes grupos salieron a la sede del Departamento de Justicia, el Congreso y el Hotel Trump para seguir protestando, también se lanzaron otros mensajes como 'Las familias no tienen fronteras' y 'Ningún ser humano es ilegal'.
'No somos unos, no somos cientos, somos millones, cuéntelos bien', y 'DACA Sí, Trump No' fueron ideas expuestas en pancartas, muchas de ellas llamativas por su originalidad.