Quito, 6 sep (RHC) La voz solidaria de varios países ante los efectos del huracán Irma en su paso por las Antillas menores, ubicadas en el Mar Caribe Oriental, son recibidas por diferentes medios de prensa y agencias cablegráficas.
La canciller de Ecuador, María Fernanda Espinosa, manifestó solidaridad con la región del Caribe, tras los estragos ocasionados por el paso del huracán Irma por la zona.
En su cuenta en la red social Twitter, la titular de Exteriores también extendió condolencias por las pérdidas provocadas por el fenómeno meteorológico, de categoría cinco, la máxima en la escala Saffir-Simpson y considerado el peor de las últimas décadas.
“Nuestra profunda solidaridad y condolencias por los devastadores daños causados por #HuracánIrma en Antigua y Barbuda y en el Caribe”, escribió la ministra.
Mientras la representante del Programa Mundial de Alimentos en Cuba, Laura Melo, ratificó la disposición de apoyar al gobierno cubano en sus acciones de respuesta tras el paso del huracán Irma.
Tenemos un stock de alimentos que podría llegar rápidamente a las zonas afectadas, una estrategia efectiva tras el paso del huracán Matthew por Guantánamo en 2016, precisó la funcionaria a Prensa Latina.
Según Melo, el PMA tiene asegurado en Cuba mil 606 toneladas métricas de arroz y frijoles suficiente para cubrir durante un mes las necesidades de 275 mil personas afectadas por Irma, como complemento de la respuesta del Gobierno cubano.
La representante en Cuba del organismo de Naciones Unidas agregó que también están disponibles los almacenes temporales para proteger los alimentos.
Unas 181 mil personas fueron asistidas con alimentos en las zonas afectadas, destacó la funcionaria, quien agregó que “en esas experiencias el PMA ha podido constatar que Cuba tiene grandes fortalezas en reducción de riesgos de desastre”.
Inundaciones, fuertes vientos, árboles caídos, penetraciones del mar, son algunos de los daños reportados en las Antillas Menores por el evento.
Medios de comunicación dan cuenta de al menos dos muertos e igual número de heridos en las islas San Bartolomé y San Martin, donde se registra un corte general de electricidad, y destrucción considerable de la infraestructura urbana.
Mientras, en Antigua y Barbuda las autoridades informaron de tres heridos y daños en el 90 por ciento de las instalaciones de Barbuda.
Según los pronósticos del tiempo, la trayectoria del huracán apunta hacia Puerto Rico, Haití y República Dominicana en las próximas horas.
Al fenómeno lo acompañan vientos cercanos a los 300 kilómetros por hora, con ráfagas de hasta 360 kilómetros, precipitaciones de 200 a 300 milímetros y fuertes marejadas con olas superiores a los 10 metros de altura.
En su recorrido, el sistema también podría impactar a Cuba, donde autoridades del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil activaron mecanismos para proteger a la población y los recursos económicos, y Estados Unidos, durante el fin de semana.
EL huracán Irma avanza sobre los archipiélagos del norte caribeño con fuertes vientos, lluvias y marejadas.
El organismo, una de las tormentas más poderosas del Atlántico en un siglo, proseguirá su trayectoria rumbo a Puerto Rico, República Dominicana, Haití, Cuba, Bahamas y el sureño estado Florida durante el resto de la semana, estimó el último reporte de la entidad.
Esta madrugada el ojo de Irma, huracán de categoría 5 con vientos de 295 kilómetros por hora (km/h), se alejaba de la isla de Barbuda y avanzaba hacia San Martín, al este de Puerto Rico.
Reportes de medios locales de Antigua y Barbuda aseguran que los mayores daños en las infraestructuras de esa ínsula fueron causados por la fuerza del viento.
Según ABS TV y Radio la mayoría de las personas que estaban en el archipiélago carecían de energía eléctrica y alrededor de mil ciudadanos pasaron la noche en refugios.
Varias otras islas de Sotavento, incluyendo a Anguila, Montserrat, San Kitts y Nevis, así como las Islas Vírgenes, Puerto Rico y la República Dominicana estaban bajo alerta de huracán.
El CNH dijo que Irma clasifica como uno de los cinco huracanes más poderosos del Atlántico en los últimos 80 años y la tormenta más fuerte a la fecha en la cuenca del Atlántico fuera del Mar Caribe y el Golfo de México.