Río de Janeiro, 3 oct (RHC-PL) El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ratificó su compromiso con la ampliación de las políticas públicas inclusivas y con la recuperación de la autoestima de este país.

En un encuentro que reunió a representantes de movimientos sociales y centrales sindicales de todo el país, Lula pronunció el discurso final de una jornada en defensa de la soberanía nacional y las empresas públicas y contra las políticas del gobierno de Michel Temer.

En sus palabras, pronunciadas frente a la sede de la estatal Petrobras y ante un auditorio estimado por los organizadores de la movilización en más de 10 mil personas, el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) también desafió a quienes intentan por todos los medios impedir su candidatura a las elecciones de 2018.

Procésenme, mientan todo lo que quieran sobre mí, pero voy a regresar para recuperar la autoestima de este país, subrayó antes de advertir que 'el pueblo trabajador va a volver a gobernar Brasil y volveremos a andar con la cabeza erguida'.

Ante la política privatizadora del gobierno Temer, el ex dignatario realzó la importancia de la participación del Estado en la sociedad y citó como ejemplo a la Petrobras, que 'no es solo la industria del petróleo, sino un instrumento de desarrollo', aseveró.

Hoy no existe ninguna empresa más competente que la Petrobras en la prospección a grandes profundidades, dijo y recordó que fue la inversión hecha en ciencia y tecnología lo que permitió buscar petróleo a siete mil metros en los mayores yacimientos descubiertos en el siglo XX, en la llamada capa pré-sal.

Lula criticó también la reforma laboral que impulsada por Temer entrará en vigor en noviembre próximo y la cual, según expertos, precarizará el mercado de trabajo, y manifestó en cambio la necesidad de acometer una verdadera democratización de los medios de comunicación.

A la movilización contra la privatización de las entidades y servicios públicos emprendida por la administración Temer llamaron, entre otros, la Central Única de los Trabajadores (CUT), el Frente Brasil Popular, el Movimiento de los Afectados por Represas y la Federación Única de los Petroleros (FUP).

Hoy no se trata solo de defender el empleo, lo cual por sí solo resulta importante, sino también de alertar a la ciudadanía sobre los efectos negativos de la política de privatización y desguace del sector público emprendidos por el gobierno Temer, subrayó la víspera el presidente nacional de la CUT, Vagner Freitas.

De acuerdo con el líder sindical, ahora 'estamos defendiendo el papel estratégico que Brasil tendrá en los próximos años'.

Freitas fue enfático al afirmar, en declaraciones amplificadas por el portal de la Central, que uno de los grandes motivos del impeachment perpetrado el pasado año contra la depuesta presidenta constitucional Dilma Rousseff fue abrir mano de la soberanía nacional.

'Los golpistas están determinados a vender Brasil a precio de banana', denunció el máximo dirigente de la CUT antes de ratificar su convicción de que en el movimiento que derrocó a Rousseff hubo una clara 'injerencia internacional'.