Barcelona, 25 oct (Reuters) - El presidente catalán, Carles Puigdemont, mantenía el miércoles a sus amigos y sus rivales haciéndose preguntas sobre si tiene la intención de declarar la independencia de forma unilateral, mientras el gobierno español se prepara para imponer su mandato directo y evitar la secesión de la región.
Puigdemont desechó una invitación para explicar su postura el jueves ante el Senado en Madrid, una señal de las rígidas posiciones adoptadas por ambas partes en la peor crisis política que vive España desde el fin de la dictadura de Francisco Franco en 1975.
También guardó silencio sobre la posibilidad de convocar elecciones regionales, una decisión que podría hacer que Madrid aplace su plan para tomar el control de las instituciones y la policía de Cataluña.
Los próximos días podrían ser cruciales en el pulso que ha seguido al referendo independentista celebrado el 1 de octubre, que fue declarado ilegal por Madrid y que, según el gobierno catalán, legitima sus reclamos para convertirse en un Estado.
Aunque no está claro cómo tomará el gobierno central el control en términos prácticos, ni cómo reaccionarán los funcionarios públicos y la policía catalana, algunos defensores de la independencia amenazaron con una campaña de desobediencia civil, elevando las posibilidades de enfrentamientos.
Madrid rechaza los pedidos de diálogo de Puigdemont para resolver la situación, afirmando que primero debe retirar la ambigua declaración de independencia realizada este mes. Sin embargo, le invitó a hablar ante el Senado el jueves.
No obstante, en la tarde del miércoles, el líder catalán rechazó la oferta, según un portavoz del gobierno regional, con el argumento de que Madrid ya había anunciado sus planes de imponer el control directo sobre la región autónoma. Se espera que el Senado dé luz verde a esta decisión el viernes.
No está claro aún si Puigdemont hará una declaración unilateral de independencia, algo que, dada la oposición del gobierno de Madrid y de los líderes europeos, tendría un valor meramente simbólico.
También está por ver si convoca elecciones regionales adelantadas, algo que un importante político catalán dijo el martes que está siendo evaluado. Esta posibilidad podría materializarse aún el viernes, antes de que el Senado le despoje de sus poderes e imponga su mandato directo.
Algunos líderes políticos y empresariales españoles, junto a la mayoría de diarios catalanes, respaldaron la idea de que un adelanto de los comicios podría evitar la intervención y ayudar a salir del punto muerto. Asimismo, también podría fortalecer el mandato de Puigdemont si ganan los partidos independentistas o permitirle una salida digna en caso contrario. (Reporte de Paul Day. Escrito por Angus MacSwan; editado por Rodrigo Charme y Carlos Serrano)