La Habana, 13 nov (RHC)- Mientras continúa abierto hoy en Estados Unidos el debate acerca de las armas de fuego,  50 organizaciones religiosas piden al Congreso actuar contra la violencia asociada con esos artefactos, difunden hoy medios locales.

Los grupos, reunidos en la coalición Fes Unidas para Prevenir la Violencia Armada, llamaron al legislativo a tomar medidas inmediatas dirigidas a frenar la ola de tiroteos que afecta a esta nación.

En una misiva, dirigida a la dirigencia republicana y demócrata de la Cámara de Represenantes y el Senado, los firmantes recordaron los ataques ocurridos en lugares de culto en los últimos años, entre ellos contra una iglesia de Charleston, Carolina del Sur, en 2015; y un templo sij en Oak Creek, Wisconsin, en 2012.

De acuerdo con las organizaciones, es horrible que una vez más fueran masacradas personas inocentes en una casa de culto, en alusión al peor tiroteo masivo en la historia del estado de Texas, sucedida el 5 de noviembre en Sutherland Springs, donde murieron 26 personas.

A decir de los autores de la carta, divulgada por el portal The Hill, se trata de una realidad aterradora para toda la gente de fe en este país que creen que sus congregaciones son santuarios de paz, seguridad, vida y amor.

En el documento, los grupos instaron al Congreso a tomar medidas para cerrar las lagunas que permiten a los delincuentes con historial de violencia doméstica poseer y comprar armas, e instaron a implementar un sistema universal de verificación de antecedentes y aprobar una prohibición de armas de asalto.

La coalición, surgida en enero de 2011 luego de un tiroteo en el área metropolitana de Tucson, Arizona, que dejó seis muertos y una docena de heridos, invitó a los líderes del Capitolio a discutir las prioridades legislativas de las organizaciones que la integran.

"Todas las personas en nuestro querido país merecen sentirse seguras en sus casas de adoración y sus comunidades; la inacción es inmoral y errónea", manifestó.

La misiva sobre el control del armamento se da a conocer cuando los demócratas y varios sectores sociales llaman a tomar medidas para prevenir la violencia armada tras el ataque en Texas y el mayor tiroteo masivo de la historia del país, que dejó saldo de 58 muertes en Las Vegas, Nevada, el 1 de octubre pasado.

Como suele suceder cada vez que se reporta un hecho de ese tipo en Estados Unidos, donde según diversas fuentes hay más de 300 millones de armas de fuego en manos de civiles, son muchas las voces que exigen al gobierno y, sobre todo, al Congreso, reglas más estrictas para la posesión de esos artefactos.

Esta semana se espera que el Comité Judicial del Senado celebre una audiencia acerca de la verificación de antecedentes, pero la mayoría republicana en ambas cámaras del legislativo hace poco probable la adopción de medidas más rigurosas.

(PL)