Teherán, 14 nov (RHC) Hasta 530 ascendió este martes la cifra de muertos causada por el terremoto de 7,3 grados de magnitud en la escala de Richter que sacudió el domingo una zona fronteriza entre Irán e Iraq.
El número de heridos también ascendió a siete mil 640 y además se cuentan los devastadores daños que ocasionó en la occidental provincia iraní de Kermanshah, sobre todo en el condado de Sarpol-e Zahab, a 15 km de la frontera con Iraq.
Casi todo el país sintió el movimiento telúrico que los aparatos detectaron a una profundidad de 33,9 kilómetros y con epicentro a 32 kilómetros al suroeste de Halabja, en la parte nororiental de Iraq.
Los instrumentos marcaron 118 réplicas, de ellas varias de cuatro y cinco grados de magnitud, de acuerdo al Centro Sísmico de Irán.
El vicegobernador de la provincia de Kermanshah, Motjaba Nikkerdar, vaticinó que aumentará el número de muertos, pues todavía existen personas bajo los escombros.
La electricidad se cortó en varias ciudades iraníes e iraquíes y los temores por las réplicas obligaron a miles de personas a pernoctar a la intemperie pese al frío.
El líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Ali Jamenei, hizo un llamamiento para adoptar medidas inmediatas, incluida una rápida movilización de los órganos gubernamentales pertinentes y proporcionar atención médica a los damnificados.
En tanto, los representantes de la Dirección General de Patrimonio Cultural en Kermanshah indicaron que varios sitios históricos sufrieron daños considerables, entre ellos los castillos de Manijeh y de Yazdgerd, así como los palacios de Khosrow Sassanid, en Qasr-e Shirin, Shah Abbasi Karvansarai y Charghapi. (Fuente/PL)