Moscú, 14 dic (RHC) El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró la disposición de su país para apoyar a Siria en sus esfuerzos por dejar atrás la crisis humanitaria, tras el conflicto, pero consideró ello debe ser parte de una acción internacional mancomunada.

Estamos dispuestos a contribuir con ello, pero tampoco podemos hacerlo en solitario, declaró Putin a una pregunta sobre la situación de miles de niños desamparados a consecuencia de la guerra en el país levantino.

Nosotros agradecemos en ese sentido, afirmó, las gestiones hechas por el máximo dirigente de la república rusa de Chechenia, Ramzan Kadirov, quien acoge a menores, cuyos padres marcharon en su momento a Siria para luchar en grupos armados contra el gobierno de ese país.

Al mismo tiempo, comentó que el viaje a la base aérea de Jmeimim, en la provincia siria de Latakia, para anunciar el fin de las operaciones a gran escala del contingente ruso en el país mesoriental, lo planificó hace algún tiempo, cuando era casi evidente la derrota del terrorismo.

Putin agradeció la maniobra realizada durante el aterrizaje del avión presidencial por los cazas de escolta, que al tocar la pista esa nave, reforzaron su movimiento para emitir más calor en sus motores, con el fin de atraer para sí cualquier cohete dirigido que pudo ser disparado.

En lo fundamental, se eliminaron las fuerzas principales del terrorismo internacional en Siria, consideró el jefe de Estado, cuya conferencia de prensa anual se extendió por más de tres horas.

Pero es importante evitar la tentación de algunos en Occidente de intentar nuevamente el empleo de grupos terroristas para lograr sus objetivos de turno, advirtió el presidente ruso ante una sala con más de mil 600 periodista rusos y foráneos.

Tenemos conocimiento de que las bandas terroristas se retiran de Siria y las fuerzas de Occidente no hacen nada para impedirlo, quizás con la esperanza de que esos grupos actúen contra el presidente Bashar Al Assad, pero con el riesgo de que luego estos lo hagan contra ellos mismos.

Escuadrones de bombarderos supersónicos TU-22M3 y de modernos cazabombarderos SU-34 regresaron en esta semana desde Siria a sus unidades de basificación permanente en Rusia.

Damasco solicitó a Moscú, en septiembre de 2015, la ayuda de su fuerza aérea para combatir a los grupos terroristas.

Igualmente, los gobiernos de Siria y El Líbano abrieron el cruce fronterizo de Jouseeh, en el campo suroeste de la central provincia de Homs, tras la reparación de instalaciones destruidas por los terroristas.

Según medios televisivos, a la ceremonia oficial de apertura del cruce de frontera asistieron autoridades de Homs y del vecino país árabe.

Al intervenir en la ocasión, el ministro del Interior sirio, teniente general Mohammad al-Shaar, manifestó la necesidad de garantizar los procedimientos necesarios en las oficinas de la Secretaría de Aduanas e Inmigración para el tránsito de personas.

De la extensa área limítrofe entre Siria y El Líbano fueron expulsados en meses recientes por el Ejército de este país y la resistencia libanesa grupos extremistas, que ocuparon la demarcación durante cinco años.