La Habana, 16 ene (RHC) El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, reiteró este 16 de enero, en Nueva York, su preocupación sobre los conflictos prolongados en todo el mundo y la persistente amenaza del terrorismo, y llamó a un mayor diálogo para resolver tales problemas.
“Necesitamos menos odio, más diálogo y una cooperación internacional más profunda”, dijo a la prensa reunida en la sede de la ONU.
Apuntó que también debe reconocerse las muchas formas en que la comunidad internacional está fallando. "Es mi deber informar a los Estados miembros dónde sucede esto y sugerir formas para resolver la situación", aseveró.
“La desigualdad y el nacionalismo van en aumento, mientras que la confianza y la solidaridad están en declive”, añadió Guterres.
Las consecuencias del cambio climático, la crisis en el Medio Oriente y las tensiones en la Península Coreana continúan entre las prioridades de la agenda de este año del máximo representante de la ONU.
Anunció que en febrero visitará Corea del Sur para asistir a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno, y espera que el espíritu olímpico de amistad entre las naciones se extienda por toda la región y más allá.
"Ahora se abre una ventana de esperanza y de oportunidades con el proceso de diálogos entre las dos Coreas y desde Naciones Unidas estamos abiertos a todas las iniciativas diplomáticas de ambas partes para lograr la desnuclearización de la península", señaló
Guterres destacó los esfuerzos de paz y seguridad realizados en África y se refirió a cómo uno de sus principales objetivos como secretario general es, precisamente, fortalecer los vínculos con la Unión Africana.
También abogó por revitalizar el proceso de diálogos intersirios en Ginebra y pidió a las partes llegar a la mesa de negociaciones sin condiciones previas y abiertos a una conversación constructiva en temas como la agenda electoral y la Constitución.
Refiere la información de la agencia Prensa Latina que el diplomático portugués expresó sus inquietudes sobre la crisis de los rohingyas en Myanmar y las difíciles condiciones que enfrentan los que lograron refugiarse en Bangladesh.
"Otra de mis grandes preocupaciones está relacionada con los casos de abusos sexuales perpetrados por algunos miembros de las fuerzas de paz de la ONU, cuando se supone que ellos deben proteger a las personas", observó.