Tegucigalpa, 17 ene (RHC) El Colegio de Periodistas de Honduras (CPH) divulgó que profesionales de ese sector reciben amenazadas de muerte, ofensas, incluso agresiones, tratando de realizar su trabajo de informar sobre la crisis política que vive el país por un presunto fraude en las elecciones generales de noviembre de 2017.
La denuncia la hizo el presidente del CPH, Dagoberto Rodríguez, quien dijo que el organismo gremial ha recibido varias denuncias de periodistas sobre las agresiones y amenazas de que están siendo objeto. Agregó que la junta directiva del CPH denunciará los casos ante el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos y la Fiscalía.
Subrayó que el CPH ha 'recibido serias denuncias por parte de directores, jefes de redacción y reporteros de medios de comunicación, quienes están siendo objeto de una campaña de amenazas de odio a través de ciertos portales de dudosa autoría y de redes sociales'.
Según Rodríguez, las amenazas y agresiones contra varios periodistas tendrían como objetivo exponerlos para que otros atenten contra su vida.
Indicó además que se han identificado los portales electrónicos y direcciones de donde se envían los mensajes contra algunos comunicadores.
El presidente del CPH señaló que lo está ocurriendo con algunos comunicadores 'son atentados contra la libertad de expresión'.
Añadió que fotografías de varios periodistas que han sido amenazados están subidas en redes sociales y que en algunos casos han difundido el lugar donde trabajan y residen.
Honduras vive una crisis política derivada del presunto fraude electoral en los comicios generales de noviembre, los que según el Tribunal Supremo Electoral (TSE) ganó el actual presidente del país, Juan Orlando Hernández.
El excandidato Salvador Nasralla, quien desde el mismo día de las elecciones se autoproclamó presidente electo, lo que también hizo Hernández, acusa además al gobernante de pagar periodistas para que encubran el 'fraude'.
Una situación similar se vivió en Honduras tras el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 a Manuel Zelaya, cuando los hondureños se dividieron entre 'golpistas' y 'golpeados', lo que también arrastró a los periodistas, algunos acusados de apoyar el derrocamiento y otros afines al expresidente derrocado.