Naciones Unidas, 26 ene (RHC) La enviada del Secretario General de Naciones Unidas para la Juventud, Jayathma Wickramanayake, abogó por incluir más a los jóvenes en importantes espacios del organismo, como las discusiones de la Asamblea General.

La representante añadió que ultima detalles para el foro juvenil del Consejo Económico y Social, evento único en su tipo que permite reunir a ministros y representantes de las más nuevas generaciones en una misma plataforma.

La funcionaria de la ONU indicó que en la actualidad muchos equipos cuentan con asesores jóvenes, a los cuales se recurre para la formulación y aplicación de políticas.

Jayathma Wickramanayake también se refirió a la necesidad de trabajar para implementar la resolución 2 250, adoptada en el Consejo de Seguridad en 2015, la cual se centra en el papel de los hombres y mujeres jóvenes en la construcción de la paz y en la lucha contra el extremismo violento.

Igualmente, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) busca un financiamiento de tres mil 600 millones de dólares para ofrecer ayuda a 48 millones de niños que viven en situaciones de conflictos y desastres naturales.

Unos 51 países de todo el mundo tienen situaciones de emergencia este año: en ellos, 117 millones de personas carecen de agua potable y los niños son precisamente los más afectados, puntualizó el representante de Unicef, Manuel Fontaine

Conflictos como el de la República Democrática del Congo, Iraq, Nigeria, Sudán del Sur, Siria y Yemen llevan las necesidades humanitarias a niveles críticos, y los niños son especialmente vulnerables, advirtió el director de Programas de Emergencia del fondo para la infancia.

La ola de violencia y continuos desplazamientos interrumpe la vida y el normal desarrollo de los menores de edad: tales crisis amenazan su supervivencia inmediata y su futuro en una escala catastrófica, enfatizó.

El representante de Unicef recordó que los niños son los más vulnerables cuando un conflicto o desastre provoca el colapso de servicios esenciales, como la atención médica y el acceso al agua.

A menos que la comunidad internacional tome medidas urgentes para proteger y proporcionar asistencia que salve sus vidas, ellos enfrentan un futuro cada vez más sombrío, lamentó.

Frente a ese alarmante panorama, añadió, las partes implicadas en los conflictos muestran una flagrante indiferencia por la vida de los niños, que suelen ser atacados directamente.

En muchos lugares, también se les niegan servicios básicos ya que escuelas, hospitales y la infraestructura civil en general está dañada o destruida, continuó.

Según Fontaine, alrededor de uno de cada cuatro niños vive ahora en un país afectado por un conflicto o un desastre, lo cual hace de su vida cotidiana una pesadilla.

La propagación de enfermedades transmitidas por el agua es una de las mayores amenazas pues más niños mueren debido a padecimientos causados por agua contaminada y saneamiento deficiente que por la violencia directa, alertó.

Además, dijo, millones de niños se enfrentan a niveles de desnutrición potencialmente mortales, por lo cual resultan susceptibles a un mayor número de enfermedades.

“Las niñas y las mujeres enfrentan amenazas adicionales, ya que a menudo cumplen la función de recolectar agua para sus familias en situaciones peligrosas.”

Unicef proporciona actualmente más de la mitad de los servicios de agua, saneamiento e higiene en crisis humanitarias de todo el mundo.

En 2018, el fondo para la Infancia tiene como objetivo proporcionar acceso al agua segura a 35,7 millones de personas, llevar educación básica a 8,9 millones de niños y proporcionar tratamiento médico en las zonas de conflicto, entre otros.