Kingston, 7 feb (RHC) El Secretario norteamericano de Estado, Rex Tillerson, realizó una visita de 180 minutos a Jamaica, procedente de Bogotá en su última etapa de la gira iniciada en México el viernes último que incluyó Argentina, Perú y Colombia.

El jefe de la diplomacia de Estados Unidos se desplazó en una caravana blindada y con apoyo de seguridad aérea desde el Aeropuerto Internacional Norman Manley, hacia las oficinas del primer ministro Andrew Holness, con quien sostendrá conversaciones oficiales.

También con la canciller, ministra de Comercio Exterior y actual presidenta del Consejo de Ministros de los Estados de África, el Caribe y el Pacífico (CM-ACP), Kamina Johnson-Smith, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de la isla.

Al término del encuentro se realizó una conferencia de prensa conjunta, informó el diario Jamaica Gleaner.

Observer publicó recientemente un editorial donde expresa que la mayoría de los jamaiquinos tienen serias preocupaciones sobre lo que Estados Unidos quiere de este país.

Esta es la primera visita que realiza Tillerson a Jamaica desde que asumió el cargo en febrero de 2017.

El secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, pronosticó que posibles sanciones de su gobierno contra la industria petrolera venezolana afectarán los suministros de combustible a países del Caribe.

Al decir del funcionario, la idea conversada con sus pares de México y Canadá fue crear un “grupo de trabajo muy pequeño y muy focalizado”, para analizar el impacto de las eventuales sanciones sobre los territorios caribeños a fin de aminorar los efectos.

“Luego el presidente (Donald Trump) puede decidir lo que quiere hacer”, comentó Tillerson, tras reconocer que las represalias también afectarían a las refinerías de la costa estadounidense del Golfo de México.

En días recientes, el directivo adelantó que la Administración Trump considera la posibilidad de restringir las importaciones de crudo venezolano y las exportaciones de productos refinados de Estados Unidos hacia ese territorio suramericano como una medida de presión económica contra Caracas.

Desde hace años, naciones caribeñas disfrutan de un tratamiento especial por parte de Venezuela para el abasto de recursos energéticos bajo mecanismos de favorables de pago para esas pequeñas economías insulares.