Lima, 9 feb (RHC) El secretario general de la OEA, Luis Almagro, defendió el indulto concedido al exgobernante Alberto Fujimori, por el presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, aunque el pueblo reclama un nuevo encarcelamiento del dictador.

Tanto Almagro, como su anfitrión, tras reunirse en la Cancillería local y tratar sobre la Cumbre de las Américas a realizarse en Lima en abril próximo, fueron de otro lado parcos sobre Venezuela, donde Washignton promueve abiertamente un golpe militar.

Pese a que el indulto genera rechazo de la mayoría de las fuerzas políticas, por la libertad dada a Fujimori o por la forma como fue otorgado, Almagro sostuvo que Kuczynski, al otorgarlo, actuó con firmeza y liderazgo para tomar decisiones.

Avaló además, también en forma tácita, la versión del mandatario peruano, de que no liberó al exgobernante condenado por un acuerdo político con una fracción del partido Fuerza Popular (FP) cuya abstención evitó el 21 de diciembre pasado que Kuczynski fuera destituido por sospechas de corrupción.

Almagro intentó refutar la certeza mayoritaria de que medió un pacto en tal sentido para el indulto, al afirmar que el 2 de noviembre, en una conversación en Buenos Aires, Kuczynski le comentó la iniciativa de otorgar la medida, mucho antes de que se planteara el proceso de vacancia presidencial.

En el evidente afán de apuntalar a uno de los principales aliados de Estados Unidos en Latinoamérica, añadió que el mandatario era consciente de los riesgos, “demostró firmeza y liderazgo para firmar decisiones importantes”.

Obvió referirse a que el indulto está en cuestión, por haber sido apelado como incumplimiento de la sentencia de 25 años dictada contra Fujimlori por dos matanzas de civiles inermes bajo su gobierno (1990-2000), en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cuya jurisdicción acepta el Estado peruano.

Almagro fue aun más allá y sostuvo que el liderazgo de Kuczynski ha dado frutos en la lucha contra la corrupción con “firmeza, valentía y liderazgo”, aunque el mandatario está en la mora de casi todas las fuerzas políticas que plantean destituirlo por indicios de corrupción.

Aludió aparentemente a esos afanes que asedian al gobernante peruano, al sostener que Perú “tiene una oportunidad muy especial de demostrar estabilidad y fortaleza a la hora de encarar la próxima Cumbre de las Américas”.

Kuczynski apuntó al respecto que habló con Almagro, “sobre la importancia de la gobernabilidad democrática en el Perú y he recibido con satisfacción su ofrecimiento de cooperación para el fortalecimiento de nuestras instituciones”.

Además, el visitante planteó en una reunión con el presidente del parlamento peruano, Luis Galarreta, consultas sobre la política peruana y este, le respondió que “la institucionalidad y las reglas democráticas están sólidas”, recordando el envío de emisarios de Almagro a observar el proceso de vacancia de diciembre.

El visitante dialogó además con la canciller, Cayetana Aljovín, y con el presidente del Poder Judicial, Duberlí Rodríguez.