Montevideo, 19 mar (RHC) El exmandatario uruguayo José Mujica consideró interesante el diálogo que sostendrá en Santana do Livramento con el precandidato a la presidencia de Brasil Luis Inácio Lula da Silva.

Mujica reafirmó que no hay ningún libreto establecido para el encuentro, y expresó la importancia que tiene hoy Brasil en las relaciones con Uruguay.

El senador uruguayo por el frente amplio Remarcó que Lula está en plena campaña, y él está en plena despedida, por lo que puede ser interesante este encuentro.

En América Latina tenemos que aprender que sin unidad no hay poder y que nadie tiene la verdad absoluta, advirtió hoy en la localidad fronteriza de Santana do Livramento el ex presidente uruguayo José “Pepe” Mujica.

Mujica viajó hasta allí para acompañar a su par Luiz Inácio Lula da Silva en el inicio de la cuarta etapa del proyecto Lula por Brasil, la cual se extenderá hasta el próximo 28 de marzo y recorrerá tres estados del sur brasileño: Río Grande do Sul, Paraná y Santa Catarina.

En un diálogo público del cual tomó parte también la depuesta mandataria constitucional Dilma Rousseff, Mujica subrayó que la izquierda también comete errores y se equivoca, y “no queremos aprender que las derrotas son hijas de sus divisiones”.

La izquierda se dedicó a luchar entre sí mucho más que a enfrentar la derecha, valoró el ex gobernante uruguayo y remarcó que si las fuerzas progresistas luchan por la igualdad, tienen el deber de vivir como vive la mayoría del pueblo y no como la minoría privilegiada.

Los partidos de izquierda –señaló- están obligados a cuidar enormemente la conducta y la vida de la gente que los representa.

Lula, por su parte, comentó que nunca antes como entre los años 2000 y 2014 hubo tanta política social en América Latina. Vimos avanzar el continente de forma extraordinaria y además creamos un modo de hacer política que en algún momento comenzó a incomodar a los Estados Unidos.

Expresó también que, a su juicio, la gran novedad del siglo XXI son los golpes de nuevo tipo, que se desarrollan a través de una acción judicial, criminalizan a las personas, transforman las verdades en mentiras con el apoyo de los medios y terminan con el Poder Legislativo apartando, sin razón, a presidentes legítimamente electos.

En Brasil, dijo, tenemos hoy un golpista en el poder (Michel Temer) que está atendiendo todas las exigencias del mercado financiero. Las conquistas alcanzadas durante más de una década están acabando, hay además un acelerado proceso de privatización y de desmantelamiento de los bancos públicos, denunció. Dirigiéndose personalmente a Mujica, Lula expresó también tener la certeza de que si las elecciones del próximo mes de octubre (para las cuales todas las encuestas de intención de voto lo sitúan como favorito) son normales, “va a tener el placer de ver al Partido de los Trabajadores (PT) volver a gobernar”.

Por su parte, Dilma Rousseff aseveró que el golpe parlamentario-judicial de que fue víctima en 2016 fue políticamente errado y refiriéndose a los venideros comicios comentó que como la derecha no tiene un candidato creó un monstruo: Jair Bolsonaro.

La extrema derecha no tenía voz y hoy la tiene y tiene hasta representante, deploró antes de reiterar la importancia de defender el derecho de Lula a ser candidato, pues él representa “la oposición del pueblo brasileño al retroceso que estamos viviendo”.