Washington, 17 abr (RHC) El presidente estadounidense, Donald Trump, reiteró que espera reunirse en junio con el líder de la República Popular Democrática de Corea (RPDC) Kim Jong-un, y puso como condición que marchara bien las conversaciones previas.
Al recibir en su residencia privada de Mar-a-Lago, Florida, al primer ministro de Japón, Shinzo Abe, el mandatario republicano manifestó que la RPDC será uno de los temas principales durante su cita de dos días con el gobernante nipón.
En dependencia de las varias negociaciones, tendremos la reunión con Kim Jong-un a principios de junio o antes de eso, afirmó Trump, quien señaló también como una posibilidad que los preparativos no vayan bien, 'y no tendríamos encuentro, veremos qué pasa'.
Al mismo tiempo, el jefe de la Casa Blanca volvió a atribuirse el crédito por las conversaciones entre Corea del Sur y la RPDC, y sostuvo que tienen su 'bendición' para buscar un posible fin a la guerra en la península, 'porque la gente no se da cuenta de que la guerra no ha terminado'.
Similar a como hizo en enero pasado, Trump se adjudicó un gran papel por los diálogos entre Seúl y Pyongyang.
De acuerdo con el gobernante, sin su apoyo no habría habido discusiones, ni siquiera sobre la participación norcoreana en los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en Corea del Sur en febrero pasado, que fueron un éxito con la presencia de ambas naciones.
Las declaraciones de Trump se dieron el mismo día en que se conoció que las dos Coreas prevén abrir el viernes la línea telefónica a usar por sus mandatarios como parte de los preparativos para la cumbre que sostendrán el 27 de abril.
De acuerdo con Trump, la reunión con Abe durante martes y miércoles también tiene el objetivo de abordar el tema comercial, en momentos en los que Japón está comprando 'mucho equipo militar' a Estados Unidos y la nación norteamericana realiza grandes adiquisiciones de automóviles en la nación asiática.
'Los dos estamos comrpando mucho, pero aún tenemos que hablar sobre comercio', apuntó el jefe de Estado, quien según medios de prensa provocó disgusto en Tokio al imponer sanciones a las importaciones de aluminio y acero y dejar fuera a Japón de las exenciones concedidas a otros países.
Por su parte, el primer ministro nipón, quien enfrenta una crisis política en casa, consideró un privilegio tener una discusión con Donald Trump sobre la colaboración bilateral y sobre cómo trabajar juntos para tener paz en la región.
El presidente estadounidense, Donald Trump, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, culminan dos jornadas de conversaciones centradas en temas de comercio, seguridad y la República Popular Democrática de Corea (RPDC).
La reunión entre ambos líderes iniciada ayer en Mar-a-Lago, residencia privada del mandatario norteamericano en el sureño estado de Florida, concluye este miércoles luego de que Trump expresara anoche su desagrado con el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP).
'Mientras que a Japón y Corea del Sur les gustaría que volvamos al TPP, no me gusta el trato para Estados Unidos', escribió cerca de la medianoche en su cuenta de Twitter.
Según manifestó el gobernante republicano en esa red social, el pacto tiene 'demasiadas contingencias y ninguna forma de salir de él si no funciona'.
Al mismo tiempo, apuntó que los acuerdos bilaterales son mucho más eficientes, rentables y mejores para los trabajadores de su país. 'Mira qué mala es la Organización Mundial del Comercio con Estados Unidos', agregó.
Tales comentarios se dieron luego de que, al recibir a Abe, el propio jefe de la Casa Blanca indicara que el comercio sería un asunto central de las conversaciones bilaterales.
De acuerdo con el gobernante anfitrión, Japón está comprando mucho equipo militar a Estados Unidos y la nación norteamericana realiza grandes adquisiciones de automóviles en la asiática, pero el intercambio de bienes y servicios aún resulta una cuestión a tratar.
