Buenos Aires, 2 may (RHC) Tropas de Estados Unidos ingresarán a partir de este miércoles a la Argentina para realizar ejercicios militares conjuntos en el territorio, pese a que el Gobierno de Mauricio Macri no solicitó autorización al Congreso argentino, denunciaron diversos medios y especialistas.
“El Gobierno utiliza la excusa de que se trata de miembros de la Inteligencia y no de tropas para no pedir la aprobación del Congreso argentino. Pero la realidad es que, por más que pertenezcan a la Inteligencia, son efectivos de las Fuerzas Armadas de otro país que ingresarán a nuestro territorio para hacer ejercicios conjuntos”, denunció Elsa Bruzzone, integrante del Centro de Militantes para la Democracia Argentina, indica Telesur,
Bruzzone advirtió que Macri busca “pasar por arriba del Congreso” y alinearse de manera “incondicional con las políticas de Estados Unidos”, lo que “representa un regreso a las relaciones carnales y la total entrega de la soberanía argentina”.
Ante estas acciones, el diputado Guillermo Carmona informó que se presentará un pedido de informe para que el Ejecutivo dé explicaciones sobre el tema. La solicitud estará encabezada por el bloque del Frente para la Victoria.
Según las autoridades de ambas naciones, estos ejercicios (que se extenderán hasta mañana) se realizan con el supuesto objetivo de brindar formación “contra el tráfico de armas de destrucción masiva”.
Según afirman fuentes desde Argentina, estas actividades solo sirven de excusa para comenzar a integrar a las Fuerzas Armadas argentinas con las de Estados Unidos y empezar a naturalizar la presencia de tropas norteamericanas en el territorio.
Para Argentina y América Latina en general, esta acción busca recuperar y afianzar la presencia militar de EE.UU., lo que representa un tipo de intervención que, a juicio de muchas voces en la región, pretende apropiarse de las riquezas naturales de América Latina y acabar con los Gobiernos progresistas.
Todo esto con el auspicio de gobernantes alineados a los intereses imperiales, como es el caso de Macri en Argentina o el de facto Michel Temer en Brasil.
Distintas organizaciones sociales denunciaron que, tras el retorno de Gobiernos derechistas en la zona latinoamericana, se abrieron espacios para el desarrollo de la doctrina de Seguridad Nacional, impulsada principalmente por Washington para tratar de controlar movimientos populares que pudieran impedir el control de los recursos y la pérdida del área de influencia del país norteamericano.
(Telesur)
