Mensaje de Lula desde la cárcel de Curitiba a los trabajadores y el pueblo de Brasil este 1ro de Mayo
Mis amigos, mis amigas, Brasil vive ese 1 de mayo con tristeza pero esperanza.
Es con tristeza que vivimos un momento donde nuestra democracia está incompleta, con un presidente que no ha sido elegido por el pueblo está en el poder. El desempleo crece y humilla al padre de familia y a la ama de casa. En una fuerza de trabajo superior a 100 millones de personas, sólo 33 millones tienen una cartera firmada, el número más bajo en 6 años.
Una multitud de más de 13 millones está desempleada y otros tantos millones en subempleos o en la informalidad. El país sufrió con la reforma del gobierno Temer el más duro golpe en los derechos conquistados por los trabajadores a lo largo del siglo XX.
Es con tristeza que vemos la economía patinar, conquistas democráticas ser revocadas y la mayoría de la población haciendo sacrificios diariamente. El derecho al trabajo, la protección de la ley, el estudio, el ocio ha sido cada vez más restringido. La mesa ya no es abundante, e incluso para cocinar lo poco que tiene muchas familias, que le dan la leña porque ya no pueden pagar el balón de gas. Niños y jóvenes pierden el futuro que les garantizamos y la puerta de acceso a la enseñanza superior que tuvieron en los gobiernos en los que servimos en beneficio de aquellos que más necesitaban.
Ustedes se acuerdan de la prosperidad de Brasil en aquellos tiempos. Cuando Brasil iba bien y parte de la prensa reclamaba todo el tiempo.
Ahora Brasil va mal y los mismos hablan de “retomada de la economía”. La sabiduría popular contra esa propaganda masiva, en especial de las Organizaciones Globo, que controlan la mayor parte de las comunicaciones del país, se revela en las encuestas, donde el pueblo muestra que sabe el camino para volver a tener un Brasil mejor, con más inclusión social, democracia y felicidad.
Un Brasil donde los trabajadores tengan derecho a tener derechos. Donde los trabajadores puedan tener una vida digna. Donde los niños puedan tener una buena educación. Donde ningún niño o niña pase hambre o pida limosna en un semáforo. Donde el hijo del albañil puede hacer una universidad y convertirse en doctor. Un país del que podamos tener orgullo.
Sabemos que ese Brasil es posible. Más que eso, ya vivimos en ese Brasil hace muy poco tiempo atrás.
¡Por eso la esperanza! La esperanza que retomamos en este 1 de mayo unificado no es sólo un deseo, es algo que buscamos en nuestra lucha democrática todos los días. Ella nos fortalece para superar el triste momento presente y para construir un futuro de paz y prosperidad.
¡Viva el Día de los Trabajadores!
¡Viva los trabajadores brasileños!
¡Viva Brasil!
Luiz Inacio Lula da Silva
Curitiba, 1 de mayo de 2018