Naciones Unidas, 29 may (RHC) Más de dos millones de sirios, residentes en áreas de difícil acceso en las provincias de Homs, Duma y el sur de Damasco, tienen obstáculos para recibir ayuda desde el exterior.

Al intervenir en el Consejo de Seguridad, el diplomático británico Mark Lowcock ofreció detalles sobre las operaciones humanitarias del organismo multilateral en el país árabe, una de las más grandes desplegadas en todo el mundo.

Las agencias de la ONU proporcionan alimentos, agua, refugio y servicios de salud a cientos de miles de personas allí todos los días, dijo.

También insistió en la necesidad de garantizar el acceso seguro, sin trabas y sostenido del equipo humanitaria para alcanzar a quienes están en mayor necesidad.

De acuerdo con Lowcock, en los últimos dos meses, la ONU y sus socios han estado brindando asistencia en áreas que acogen a personas desplazadas del este de Ghouta.

Pero muchos vuelven ahora a retomar sus vidas es esa zona y Naciones Unidas pide al gobierno de Damasco acceso a Ghouta Oriental.

En tanto, en zonas como Afrin, Raqqa, Idlib y el campamento de Yarmouk -en la parte rural de Damasco- la situación de seguridad es muy precaria y ello plantea mayores desafíos para la asistencia humanitaria, precisó Lowcock.

Según alertó, el mes anterior el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia, en lugares como Raqqa -ocupados por la Coalición que encabeza Estados Unidos- la situación es desastrosa

Allí no ha comenzado la reconstrucción de las viviendas y toda la localidad está en ruinas, debajo de las cuales yacen miles de cadáveres. No hay electricidad, no hay agua, no hay escuelas ni hospitales y aumentan las manifestaciones contra la ocupación extranjera, denunció en esa oportunidad el diplomático ruso.

Igual se informó que al menos cinco terroristas resultaron abatidos por un ataque del ejército sirio en el campo noreste de la costera provincia de Latakia, ubicada a unos 400 kilómetros al noroeste de Damasco, informaron organismos opositores.

Según sitios web simpatizantes de las bandas extremistas, los radicales muertos por el impacto de un misil Kornet contra el vehículo en que viajaban pertenecían a la formación takfirí Failaq El Cham.

La violenta acción ocurrió entre las localidades de Bdama y Kensaba, en los montes ubicados en la línea divisoria entre las provincias de Latakia e Idlib.

Un vídeo difundido por esas páginas muestra un vehículo calcinado, con los restos de cinco combatientes radicales, que se cree procedían de países del Cáucaso.

La mayoría de los integrantes de los grupos terroristas, desplegados en el noreste de Latakia, territorio fronterizo con Turquía, son extranjeros, entre ellos turcos, chechenos, uzbecos y turkistaníes.