Bruselas, 11 jun (RHC) La Unión Europea agradeció a España su decisión de recibir a más de 600 migrantes rescatados por el buque Aquarius, detenido en el mar Mediterráneo debido a la negativa de Italia y Malta de acoger a los indocumentados.

La nave con bandera de Gibraltar, quedó atrapada en una controversia surgida entre Roma y La Valeta, capital de Malta, en torno a cuál de los dos gobiernos correspondía atender los pasajeros, entre ellos menores sin acompañantes y mujeres embarazadas.

Según la organización no gubernamental SOS Méditerranée y Médicos sin Fronteras, cuyos especialistas prestan servicio en el barco, los migrantes fueron socorridos en aguas próximas a Libia, siguiendo las instrucciones del Centro Coordinador para el Rescate Marítimo de Roma.

Concluida la primera fase de la operación, el buque puso proa hacia el norte en busca de un puerto seguro y el más cercano era la isla de Malta, a cuyo gobierno apeló infructuosamente el ministro italiano de Interior, Matteo Salvini.

El primer ministro maltés, Joseph Muscat, expuso como argumento que ese asunto era responsabilidad de Italia por ser el país coordinador de las acciones de socorro y que los puertos más seguros en la ruta del navío eran Lampedusa y Túnez.

Finalmente, el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, informó que el barco sería recibido en el puerto de Valencia.

De acuerdo con un comunicado, el Gobierno de España señala que se trata de 'una obligación ayudar a evitar una catástrofe humanitaria' y 'ofrecer un puerto seguro a estas personas', reseña Telesur.

A pesar que este país bajo la presidencia de Mariano Rajoy, fue acusado de llevar a cabo una política 'anti-personas'.

La Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, a través de su cuenta en Twitter indicó que 'es el momento de revertir las política anti-personas del PP (Partido Popular) y que el nuevo gobierno cumpla con sus obligaciones en materia de DDHH'. 'Se trata de salvar vidas humanas. Barcelona se ofrece como puerto humanitario', aseveró

Para Colau, la negativa de estos Gobiernos 'pone en cuestión el proyecto europeo' porque supone apostar por la 'barbarie' en lugar de por la democracia.