Ramallah, 4 sep (RHC) Los palestinos condenaron la decisión de Estados Unidos de suprimir la ayuda financiera a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa).

Durante su reunión semanal el gabinete encabezado por el primer ministro Rami Al-Hamdallah denunció las amenazas israelíes de expulsar a la Unrwa de Jerusalén ocupada y cerrar sus instituciones, incluidas escuelas, clínicas de salud y centros de servicios.

En lugar de actuar para resolver el problema de los refugiados palestinos sobre la ley internacional y las resoluciones de la ONU, la administración del presidente estadounidense, Donald Trump, busca despojar a los refugiados palestinos de sus derechos fundamentales, señaló en un comunicado.

El gabinete subrayó que ese paso solo impulsará a Israel a continuar su agresión contra el pueblo palestino, y empeorará la desastrosa situación humanitaria de los refugiados, especialmente en la Franja de Gaza.

Decenas de palestinos protestaron igualmente este martes contra la decisión de Washington.

Los participantes en la manifestación, organizada por las fuerzas nacionalistas e islámicas en Ramallah, se congregaron en las afueras de la sede de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus siglas en inglés).

Issam Baker, uno de los participantes, dijo que la protesta tenía como objetivo expresar el rechazo de lo que describió como una política de extorsión estadounidense.

Otro participante en la protesta, Muwafaq Suhwail, dijo que al detener la ayuda de la Unrwa, la Casa Blanca ha declarado la guerra al derecho de retorno de los refugiados palestinos.

Estados Unidos, el mayor contribuyente financiero de Unrwa con una ayuda anual de 360 millones de dólares, decidió la semana pasada detener toda ayuda a la agencia humanitaria.

Las autoridades palestinas denuncian que se trata un intento de presionarlos para que acepten la visión norteamericana de un arreglo para el conflicto palestino-israelí.

Mientras España incrementará su contribución económica a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (Unrwa), anunció el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell.

Tras reunirse en Madrid con su homólogo palestino, Riad al Malki, el jefe de la diplomacia española anticipó que el Gobierno aprobará el venidero viernes un aumento de la aportación a la Unrwa, que pasará de un millón a dos millones de euros.

En una rueda de prensa, Borrell destacó que se trata de un aumento sustancial, aunque admitió que quedará lejos de suplir los fondos recortados por Estados Unidos.

No obstante, confió en que este anuncio vaya seguido de otro en el marco de la próxima Asamblea General de la ONU de finales de septiembre, donde habrá una reunión específica sobre este asunto a petición de Jordania.

Reconoció que la ayuda del país ibérico, que descendió durante la crisis económica, está muy lejos de la media de los últimos 18 años.

Desde 2000, la contribución de esta nación a la Unrwa suma 127 millones de euros, y en 2017 la asistencia española total a Palestina fue de 12 millones, sin contar lo canalizado a través de algunos instrumentos europeos.

Advirtió que el cese de los aportes monetarios a la entidad, decidido el viernes por el presidente Donald Trump, amenaza seriamente la continuidad de programas esenciales en ámbitos como la salud, la educación o la ayuda alimentaria.

Tras llamar a la Casa Blanca a reconsiderar su decisión, la administración de Sánchez recordó que la financiación estadounidense a la Unrwa se redujo a 60 millones de dólares a comienzos de 2018.

Washington fue durante décadas el principal donante de la agencia y en 2017 aportó 364 millones de dólares, según medios periodísticos.

En enero, sin embargo, recortó a 60 millones su aportación y el viernes anunció que pone fin a todas las ayudas al organismo, que ofrece servicios humanitarios, educativos y de salud a millones de refugiados en los territorios palestinos, Jordania, El Líbano y Siria.