San José, 14 sep (RHC) Autoridades gubernamentales de Costa Rica llamaron al diálogo a los líderes sindicales en huelga pero insisten en la necesidad de imponer la reforma fiscal.

En conferencia de prensa en Casa Presidencial, el presidente Carlos Alvarado adelantó que los ministros del Trabajo, Steven Núñez, y de la Presidencia, Rodolfo Piza, serán los representantes del Ejecutivo en esa reunión preliminar, que tendría como garantes a la Iglesia Católica y al Consejo Nacional de Rectores.

Asimismo, el mandatario reveló que conversó con la ministra de la Condición de la Mujer, Patricia Mora, quien expresó recientemente su apoyo al movimiento obrero y social contra el proyecto legal Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, conocido como plan o reforma fiscal, impulsado por el Ejecutivo en el Legislativo.

Consciente de que su Gobierno es de unidad nacional y por ende integrado por personas de diferentes partidos políticos y de pensamiento, Alvarado indicó que solicitó a Mora -del Frente Amplio- que sirviera de mediadora con los sectores en huelga contra el plan fiscal para que acudan al diálogo preliminar.

Sin embargo, el presidente tico reiteró la necesidad de aprobar el mencionado proyecto legal para reducir el elevado déficit del país o de lo contrario -advirtió- en vez de protestas contra ese plan, serían porque el Gobierno quedará sin recursos para pagar salarios o comprar combustibles.

En una primera reacción y consultado en vivo por Telenoticias canal 7 cuando estaba en una de las protestas, el secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos y Privados, Albino Vargas, apuntó que habría que esperar a una reunión de los líderes de agrupaciones obreras para conocer la respuesta sindical.

Desde el lunes pasado, la Unión Sindical y Social Nacional -coalición de organizaciones obreras y sociales- inició una huelga general por tiempo indefinido para exigir al Gobierno el retiro del plan fiscal de la corriente legislativa.

La entidad pide además la instalación de una verdadera mesa de diálogo para acordar medidas justas, progresivas y solidarias que reduzcan el déficit fiscal, sin afectar a la clase trabajadora.

Numerosas manifestaciones y protestas realizan los trabajadores y pueblo en general desde hace cinco días, mientras el Ejecutivo insiste en su reforma fiscal, promueve la presentación de demandas ante los tribunales para declarar ilegal la huelga y, junto con algunos medios de prensa, trata de minimizar el respaldo obrero y popular al paro.