Buenos Aires, 24 sep (RHC) Trabajadores identificados con diferentes emblemas de los sindicatos de Argentina realizan una gran huelga de 36 horas para exigir al gobierno frenar las políticas neoliberales, emprendidas por la actual presidencia de Mauricio Macri.
En la larga avenida de Mayo, que conecta al Congreso con la Casa Rosada, estaban empleados argentinos de todos los sectores, jóvenes, adultos, ancianos, y también desempleados que hoy luchan por recuperar sus trabajos, enarbolando banderas, gritando consignas, algunas ingeniosas contra el desastre económico causado en el país.
En la calle también, y rodeadas de mucho amor y gente de pueblo que las aplaudían y las abrazaban, estaban las Madres de Plaza de Mayo junto a su presidenta, la defensora de derechos humanos Hebe de Bonafini, quien con el puño en alto y su infaltable pañuelo blanco acompañaba a los presentes.
El secretario de relaciones internacionales de la Federación de Trabajadores de la Energía, los Servicios y la Industria de Argentina, Ariel Basteiro expresó que este paro de 36 horas se complementará mañana con el de la Confederación General del Trabajo y todos los movimientos sindicales que, dijo, enviaremos una clara demostración de oposición a las políticas del Gobierno.
Basteiro precisó que uno de los reclamos en esta marcha es el acuerdo convenido con el Fondo Monetario Internacional que nos traerá más endeudamiento, sostuvo tras añadir que el proyecto de presupuesto de 2019 ha sido construido, formado y supervisado por ese organismo.
Eso significa mayor ajuste, mayor pérdida de salarios, más inflación y el endeudamiento que pagarán nuestros hijos, nietos y los hijos de nuestros nietos, declaró.
El secretario general de la CTA, Hugo Yasky, envió un mensaje a la Casa Rosada, sede del poder Ejecutivo: “El gobierno tiene que entender que los trabajadores y trabajadoras vamos a estar en la calle hasta que cambien su política económica”, dijo ante la multitud.
Entre frases y arengas de los manifestantes, Yasky advirtió que la clase trabajadora estará en la calle movilizada hasta que sea necesario. “Esos que en Washington venden a Argentina, a Brasil y a la región como el patio trasero. No, este no es el patio trasero. Esta es la región que tuvo a San Martín y a Simón Bolívar. No vamos a volver a ser colonia, ni nos van a entregar como si fuéramos simplemente un botín de guerra. Vamos a reivindicar nuestros derechos”, gritó el dirigente sindical.
En una Argentina donde la convulsión social late, la marcha de hoy avizora lo que sucederá este martes donde se espera una Buenos Aires desierta por el contundente paro de las centrales obreras, cuyos efectos ya se sienten con varios servicios interrumpidos, entre ellos el transporte, y negocios cerrados.