Barcelona, 9 oct (RHC) El gobierno regional catalán se quedó en minoría debido al rompimiento de los dos partidos de la coalición en el Parlamento, poniendo en duda la viabilidad del ejecutivo presidido por el separatista, Quim Torra.
Juntos por Cataluña, el grupo del expresidente catalán Carlés Puigdemont, y la ERC -Izquierda Republicana de Cataluña, partidaria de una línea más moderada, discrepan desde hace meses sobre cómo responder a la suspensión decretada en julio por la justicia de seis diputados independentistas acusados de rebelión por el intento de secesión de 2017.
La ERC designó a un sustituto para sus dos diputados afectados, pero Juntos por Cataluña rechaza la decisión judicial y reclama que sus cuatro diputados suspendidos, entre ellos Puigdemont, puedan seguir votando en el Parlamento catalán.
Después de meses de tensión, ERC se alineó con la oposición para evitar el voto de estos cuatro diputados, que expondría ante la justicia al presidente de la cámara, Roger Torrent, de ese partido. Ante esa división interna y el escaso apoyo parlamentario, con apenas 61 diputados sobre 135 en la cámara regional, la oposición empieza a reclamar la convocatoria a nuevas elecciones.
Mientras la vicepresidenta del Gobierno de España, Carmen Calvo, acusó al conservador Partido Popular (PP) de utilizar el conflicto secesionista en Cataluña con fines electoralistas y reivindicó la vía del diálogo como solución.
“Durante años ustedes no hicieron nada salvo jalear la situación territorial de España para tener rentabilidad electoral”, espetó Calvo al portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó.
En un duro cruce de reproches en la Cámara alta, la vicemandataria respondió así a Cosidó, quien denunció la política de apaciguamiento que, según su criterio, está desplegando el Ejecutivo socialista de Pedro Sánchez en Cataluña.
El senador retó a la vicepresidenta a pronunciarse sobre si le parece “asumible” el llamado del presidente catalán, Quim Torra, al movimiento secesionista para que presione por la instauración de una República independiente en esa región del noreste español.
“A este Gobierno lo que no le parece asumible fue lo que ustedes hicieron el 1 de octubre del año pasado”, cuando el PP, entonces dirigido por el destituido mandatario Mariano Rajoy, “jaleó la situación territorial de España para tener rédito electoral”, recordó.
“Resulta lamentable que ustedes no tengan en el panorama actual otra cosa que hacer para ayudar a esta crisis territorial que jalear constantemente Cataluña”, remarcó.
Calvo avisó al senador que su partido se está quedando sin espacio en la política española por azuzar el diferendo en la comunidad autónoma nororiental, que el 1 de octubre de 2017 celebró un referendo de autodeterminación declarado ilegal por la justicia.
Insistió en que los conservadores incitan de manera patética a la confrontación en Cataluña, territorio donde no tienen “crédito electoral”, para ganar votos en el resto del país europeo.
Para la vicepresidenta, la herencia dejada por Rajoy se resume en la existencia de un “remedo de referéndum” que los populares consintieron con unas escenas de cargas policiales que se deberían haber evitado, en alusión a la represión contra votantes inermes.
Aseguró que la administración socialdemócrata de Sánchez sacará a la próspera autonomía de la actual situación con “capacidad de entender y de hablar”.