Puerto Príncipe, 18 nov (RHC) Miles de manifestantes haitianos abandonaron los lugares de oración para protestar contra la corrupción gubernamental y pedir cuenta del desvío de fondos monetarios destinados al pueblo.

Progresivamente crece la tensión y las principales arterias se encuentran bloqueadas. La transportación pública está detenida, y se respira aires de movilización.

A pesar de que la convocatoria de algunas organizaciones sociales y el movimiento Petrocaribechalenge, es para denunciar el mal manejo de los fondos públicos del Estado, en particular del programa Petrocaribe, son cada vez los que apuestan por la renuncia del jefe de Estado, Jovenel Moise.

El mandatario este domingo se dirigió a la nación y llamó a la unidad y al diálogo entre todos los ciudadanos, para romper las “cadenas del subdesarrollo”.

Sin embargo, para algunos grupos y partidos opositores, la solución del país pasa por la renuncia de lo que llaman “gobiernos corruptos”, y piden la dimisión inmediata del presidente Jovenel Moise y su sustitución por un juez de casación.

La convocatoria de este domingo pretende desligarse de las protestas pacíficas de octubre pasado, que sumaron a más de 100 mil haitianos para además exigir acceso a servicios básicos como la salud y la educación.

De acuerdo con la Policía Nacional de Haití, unos tres mil agentes de las fuerzas del orden se movilizarán para la manifestación de este domingo en la capital, con el objetivo de garantizar la seguridad, la vida y los bienes de la población.

También se reforzará la presencia policial en el departamento Norte, que alberga a la ciudad de Cabo Haitiano, segunda en importancia del país, y en la cual desde ayer los grupos opositores mantienen bloqueando el acceso a tierra con barricadas de neumáticos.

Para algunos medios de prensa esa es la razón por la cual el mandatario no se desplazó este domingo hacia el lugar para la conmemoración de la batalla de Vertières, que libró al país del yugo colonial francés.