Puerto Príncipe, 26 nov (RHC) El director general de la Policía de Haití, Michel-Ange Gédéon informó que al menos seis personas murieron quemadas en las protestas transcurridas durante la semana recién concluida, una práctica que resurge con fuerza.

El antiguo hábito de “quemar vivos”, utilizado principalmente por los criminales para sembrar terror entre la población, se está extendiendo alertó el funcionario, y aseguró que estos actos serán castigados.

“En un contexto político de confusión, calumnias, intimidación y amenazas de todo tipo, una práctica que se creía acabada para siempre está resurgiendo”, escribió Gédéon en su cuenta en la red social Facebook, y señaló casos que “han conmovido e indignado a toda la sociedad”.

El pasado lunes, un policía fue asesinado e incendiado en el centro de la ciudad, justo cuando comenzó una huelga general que mantuvo a Puerto Príncipe paralizada durante cinco días.

También hizo referencia al oficial muerto el 21 de noviembre en una barricada en el departamento Nippes, una de las regiones del país escenario de fuertes protestas antigubernamentales y contra la corrupción.

Más recientemente, unos cuatro agentes de aduna perdieron la vida este sábado, en un enfrentamiento con la población de la zona fronteriza de Malpasse, que terminó con la muerte de al menos seis personas.

Según algunas hipótesis aún sin confirmar, el incidente fue causado por una disputa entre un agente y un conductor que llevaba mercancías a través de la frontera.

Después de comprobar los productos, el transportista exigió su derecho al cruce y el agente abrió fuego contra los dos hombres.

Pobladores atacaron en represalia, destrozaron, saquearon y prendieron fuego a las oficinas y almacenes de la aduana, según confirmó el director central de la policía administrativa, Carl Henry Boucher. “Es demasiado”, subrayó Gédéon, y señaló a los ejecutores y autores intelectuales de esos actos, que “tales prácticas no serán toleradas”.

Asimismo, anunció que se abrió una investigación sobre cada uno de los casos identificados, y los sospechosos serán llevados ante la justicia. Confirmó que se inició una indagación sobre la decena de cuerpos hallados en un basurero de Le Saline, en la capital haitiana.

El Gobierno haitiano anunció que se está tomando todas las medidas para reanudar las actividades, luego de una semana de protestas y huelga general que paralizó esta capital y otras ciudades importantes del país.

De acuerdo al ministro del Interior, Jean-Marie Reynaldo Brunet, las fuerzas policiales estarán presentes en todas las arterias principales y frente a los centros escolares, y garantizó que tienen la orden de detener a quienes contravengan las disposiciones.

Asimismo, advirtió que las diversas formas de violencia, enfrentamientos con la policía y otros incidentes de este tipo “no serán tolerados”, y subrayó que este accionar constituye una amenaza a la seguridad nacional.

“Cualquier ciudadano que sea declarado culpable de estas acciones será responsabilizado ante los tribunales”, dijo Brunet, e indicó a las fuerzas del orden combatir cualquier manifestación “pacífica”, que luego se transforme en un movimiento de inestabilidad para el país.

Las declaraciones del funcionario surgen luego de una semana convulsa en el país, por las manifestaciones antigubernamentales y contra la corrupción, que agruparon a miles de haitianos en las principales calles de la nación, para exigir que los malversadores de unos dos mil millones de dólares, provenientes del programa Petrocaribe, sean llevados ante la justicia.

De igual manera, demandaron la renuncia del presidente Jovenel Moise, el primer ministro Jean Henry Céant y su equipo de Gobierno, a quienes acusan de poner trabas en la investigación del desfalco del tesoro público.

Al interior del Gobierno, también llamaron a relanzar la maquinaria administrativa el Estado, y garantizar que todos los funcionarios de los diversos ministerios y organismos, regresen a sus puestos de trabajo este lunes, para prestar los servicios habituales a los ciudadanos.