Moscú, 7 dic (RHC) Lituania anunció sanciones contra Rusia, aún sin un consenso ni siquiera dentro de la propia Unión Europea sobre el reciente incidente en el estrecho de Kerch, algo calificado de absurdo y como expresión de rusofobia.
Leonid Slutski, jefe del comité de Relaciones Internacional de la Duma (cámara baja rusa) enfatizó en que las sanciones de Lituania son absurdas y cargadas de una abierta rusofobia.
Tales llamados a aumentar la tensión con Rusia, afirmó, ocurren cuando la UE ni siquiera tiene una decisión tomada respecto a la provocación en el estrecho de Kerch, el pasado 25 noviembre, y más bien busca reducir la confrontación, apuntó.
Con tal de hacer daño a Rusia, Vilna está dispuesta a participar en ese aumento de las tensiones. Pero esos picazos son apenas de mosquitos, comentó Slutski.
En la posición de las autoridades lituanas no existe nada nuevo, pues la jefa de Estado del citado país con costas en el Báltico, Dalia Gribauskaite, se pronunció antes contra Rusia, destacó el vicejefe del mencionado comité de la Duma.
Bagdan Vezpalko, miembro del consejo presidencial de Relaciones Internacionales, consideró que en todo caso las sanciones de Lituania tendrán carácter meramente simbólico. En el anuncio solo se emplearon frases generales, constató Vezpalko.
Al reunirse con su similar ucraniano, Piotro Porshenko, la presidente lituana, Dalia Gribauskaite, anunció la introducción de sanciones contra Rusia, a la cual también responsabilizó de los hechos en el estrecho de Kerch.
El pasado 25 de noviembre, dos lanchas rápidas y un remolcador violaron durante más de ocho horas las aguas territoriales rusas en el mar Negro y fueron interceptados cuando se acercaron al estrecho de Kerh, donde se ubica el puente de Crimea.
Rusia presentó pruebas de las intenciones de los 24 marineros arrestados de realizar una provocación y desoír las orientaciones de guardafronteras rusos para crear una crisis artificial que dio paso luego al anuncio por Kiev del decreto de ley marcial.
Mientras Rusia denunció la preparación por Kiev de una provocación con empleo de armas químicas en la región hullera de Donbass, donde se ubican las autoproclamadas repúblicas de Lugansk y Donetsk.
Nuestros servicios de inteligencia obtuvieron nuevos datos sobre la preparación por parte de la dirección político-militar ucraniana de acciones de provocación en Donbass, denunció el vicejefe de la milicia nacional de Donetsk, Eduard Basurin, citado por la televisión capitalina.
Durante la preparación del referido acto provocativo, surgieron diferencias entre el mando unificado de las fuerzas armadas ucranianas y representantes de los servicios especiales británicos, indicó Basurin.
Kiev desea hacer una imitación de un ataque químico en Donbass, mientras los patrocinadores del Reino Unido abogan por que haya víctimas reales entre la población civil, contra la que la parte ucraniana lanzó cientos de ataques en las últimas semanas.
La jefatura en Kiev deseaba la utilización de la experiencia de los llamados Cascos Blancos en Siria, donde falsificaron ataques químicos con videos montados a partir de filmaciones teatralizadas con ese fin. Rusia denunció en su momento esa práctica.
Además, las autoridades de la rebelde Donetsk indicaron que tuvieron acceso a documentos sobre la planificación de una guerra a gran escala contra Donbass, con empleo de la aviación militar, blindados y artillería, señaló la televisión capitalina.
Ucrania violaría así los acuerdos de Minsk para una salida pacífica al conflicto, cuyo inicio se produjo cuando en abril de 2014, el gobierno que llegó al poder tras un golpe de estado, lanzó una operación de castigo contra los sublevados en Donbass.
Varios pelotones de la Fuerzas de Desembarco Ucranianas fueron desplegados en zonas cercanas a la línea de conflicto en el Donbass y en la región de Jarkov, fronteriza con Rusia, destacaron las autoridades rebeldes.
El presidente ucraniano, Piotro Poroshenko, aplica así la ley marcial decretada para una decena de provincias colindantes con este país, en las que la mayoría de la población habla en ruso.
La semana pasada, el presidente ruso, Vladimir Putin, denunció que Poroshenko creó artificialmente una situación de crisis en el mar Negro y cerca del estrecho de Kerch, tras una provocación con tres pequeñas embarcaciones.
Rusia envió dos buques de guerra de su flotilla del mar Caspio a la zona del puente de Crimea, en la entrada de citado estrecho, para reforzar la seguridad de esa área.