Budapest, 20 dic (RHC) El Gobierno húngaro se pronunció a favor de una polémica ley laboral que generó el rechazo social y una oleada de protestas contra las políticas de austeridad del primer ministro, Viktor Orbán.
Según el director de comunicaciones del gobernante partido de ultraderecha Fidesz, Balázs Hidvéghi, el Ejecutivo no planea modificar la legislación, 'aunque si esto no funciona bien, el Gobierno podría revisarla', declaró el funcionario a la cadena televisiva ATV.
Los manifestantes la llaman la 'ley de la esclavitud' pues aumenta de 250 a 400 el número de horas extra anuales, con lo que ciertos empleados pueden verse obligados trabajar seis días por semana, argumentan.
Además, otorga al empresario la posibilidad de posponer hasta en 36 meses el pago de ese trabajo adicional.
Durante casi una semana de protestas, la Policía reprimió con gases lacrimógenos a miles de manifestantes en Budapest y otras ciudades.
No obstante, para mañana está prevista una nueva marcha convocada por la oposición, en la que pedirán al presidente húngaro, János Áder, que no firme la normativa, así como la renuncia de Orbán.
Los descontentos también exigen la adhesión de Hungría a la Fiscalía europea, la reducción de horas extras para los policías, la independencia de la Justicia y de los medios de comunicación.
La reforma laboral fue adoptada la semana pasada en el Parlamento con los votos de la mayoría del Fidesz.
El Gobierno argumenta que la disposición “aumentará la inversión” y permitirá trabajar más horas a “quienes quieran ganar más dinero”.