La Paz, 4 ene (RHC) La Federación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Oruro (Fsutco), demostró su conformidad ante la prensa a la implementación del nuevo sistema de atención médica en Bolivia.
El secretario de conflictos de la Fsutco, Pedro Llanque, aseguró que ese sector defenderá el Sistema Único de Salud (SUS), iniciativa del Gobierno, de carácter universal, gratuito y de calidad, a implementarse a partir del 1 de marzo.
“Este seguro nos beneficia a todos los sectores, estamos tomados en cuenta transportistas, albañiles, comerciantes, trabajadores del agro y otros, los que nunca hemos tenido atención en salud, nos beneficia, por eso hoy estamos respaldando esa iniciativa del Gobierno”, afirmó.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en Bolivia habitan más de 11 millones 300 mil personas, y de ellos, cinco millones 600 mil no cuentan con seguro médico, ni están en condiciones de atenderse por la vía privada.
El dirigente campesino señaló que el rechazo de algunos médicos al SUS tiene una base política, por encontrarnos en un año electoral, pero también porque “afecta a sus intereses personales y profesionales”.
Los miembros de los Colegios Médicos se oponen a esta iniciativa del Gobierno. En su opinión, se carece de condiciones de infraestructura, equipos y recursos humanos para implementar el SUS, por lo cual amenazan con realizar huelgas.
El Gobierno de Evo Morales, por su parte, ha reiterado el interés por dialogar sobre esos temas, y avanzar toda la sociedad de manera conjunta en el desarrollo de ese servicio.
El SUS arrancará en marzo con un número básico de prestaciones y un presupuesto inicial, que con el tiempo debe ir incrementándose de acuerdo al servicio y para mejorar las condiciones de equipamiento, infraestructura y recursos humanos.
De acuerdo con las autoridades, el presupuesto total para encarar la primera fase del nuevo sistema es de 560 millones de dólares aproximadamente, unos 210 del aporte de las alcaldías, 150 de las gobernaciones y 200 que se utilizarán para las prestaciones.
El ministro de Salud, Rodolfo Rocabado, aclaró recientemente que no se va a tocar el dinero de las cajas de seguro.
“En la medida en que haya más hospitales, infraestructura y recurso humano se aumentarán las atenciones a la población”, puntualizó el titular de esa cartera.
Actualmente, el sistema de salud de Bolivia está constituido por tres subsectores: el de la seguridad social, de la medicina privada y el público.
El Estado va a invertir en el subsector público, en beneficio de esa parte de la población carente de recursos para recibir una adecuada atención médica, lo cual no perjudicará la medicina privada ni la seguridad social.
Mientras Autoridades del Ministerio de Salud y del Colegio Médico de Bolivia se reunieron en la ciudad de Santa Cruz para evaluar los alcances y observaciones sobre el Sistema Único de Salud (SUS).
“Hemos dado respuesta a una misiva de 11 puntos del Colegio Médico y hemos hecho llegar una contrapropuesta (…) el día lunes hemos acordado una reunión en Cochabamba, hay puntos que todavía deben ser solucionados, indicó a la prensa el ministro de Salud, Rodolfo Rocabado.
Estos encuentros permiten analizar tanto la propuesta generada por el Ministerio de Salud como los planteamientos del Colegio Médico sobre la implementación del nuevo sistema de atención en este país.
En opinión del ministro, existen puntos de consenso entre ambas partes, pero criticó que se anteponen algunos intereses sectoriales, grupales y personales por encima del derecho a la salud de la población.
“Esperemos que el lunes se reconsideren algunas posiciones y estemos llegando a un acuerdo, en pro del SUS y de la gente”, insistió.
El SUS, que pretende brindar atención sanitaria universal, gratuita y de calidad a todos los bolivianos, ha encontrado la resistencia de los colegios médicos, que lo consideran insostenible pese a que el Gobierno ha dado garantías de lo contrario.
En ese sentido, Rocabado aseguró que una condicionante para continuar los diálogos con los miembros del Colegio Médico es suspender las medidas de presión, las cuales generan problemas para el pueblo.
“No podemos ir al diálogo con presiones, este tiene que ser abierto y sincero, y para ello pedimos al Colegio Médico que deponga cualquier medida de presión”, enfatizó la autoridad.
La iniciativa arrancará el 1 de marzo con un número básico de prestaciones y un presupuesto inicial, que con el tiempo debe ir incrementándose de acuerdo al servicio y para mejorar las condiciones de equipamiento, infraestructura y recursos humanos.
Este 2 de enero inició el registro de la población para beneficiarse con el SUS y hasta el momento el número de inscripciones supera las 15 mil personas.
Gran parte de la población se inscribe día a día. Los bolivianos han asumido su derecho a la salud, y la obligación del Estado es garantizar este pedido y necesidad del pueblo, explicó Rocabado.
Asimismo, recordó que el nuevo sistema se implementará de forma gradual, pero se tiene que garantizar la atención primaria para toda la población, por lo cual considera a los médicos como los mejores aliados para cumplir ese objetivo.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en Bolivia habitan más de 11 millones 300 mil personas, y de ellos, cinco millones 600 mil no cuentan con seguro médico, ni están en condiciones de atenderse por la vía privada.