París, 8 ene (RHC) Las autoridades de Francia desplegarán más agentes de la policía y se preparan para reprimir la próxima protesta del movimiento de los Chalecos Amarillos prevista el sábado, durante la cual reforzarán el dispositivo de seguridad.
Según anunció el primer ministro Edouard Philippe, alrededor de 80 mil policías y gendarmes serán movilizados en todo el país, de los cuales cinco mil estarán en esta capital.
El objetivo es impedir que se repitan los enfrentamientos violentos ocurridos en las más recientes demostraciones entre las fuerzas de seguridad y algunos manifestantes, precisó.
En entrevista con el canal televisivo TF1, el jefe de Gobierno también anunció que próximamente se endurecerá la normativa sobre la participación en protestas.
Al respecto, comunicó que se reformará la ley con el fin de sancionar a quienes asistan a demostraciones no declaradas previamente a las autoridades.
Asimismo, incrementarán el rigor de las penas impuestas a los que incurran en hechos violentos o disturbios, lo que incluye hacerles asumir la responsabilidad civil por los daños materiales que provoquen en el espacio público.
El gobierno de Francia anunció hoy que endurecerá las normativas sobre la participación en protestas, en respuesta a los enfrentamientos registrados recientemente entre algunos grupos de manifestantes y las fuerzas de seguridad.
En entrevista con el canal televisivo TF1, el primer ministro, Edouard Philippe, comunicó que se reformará la ley con el fin de sancionar a quienes asistan a demostraciones no comunicadas previamente a las autoridades.
Asimismo, incrementarán el rigor de las penas impuestas a los que incurran en hechos violentos o disturbios, lo que incluye hacerles asumir la responsabilidad civil por los daños materiales que provoquen en el espacio público.
Los anuncios llegan en medio de una polémica nacional por los incidentes violentos ocurridos durante las manifestaciones del movimiento de los chalecos amarillos, que el sábado último cumplieron la octava jornada de acciones.
En días marcados por la alta tensión, se ha producido la quema de automóviles, motocicletas y depósitos de basura, el lanzamiento de petardos, así como el empleo de gases lacrimógenos y los disparos de balas de goma por parte de los uniformados.
Ante tales sucesos, las principales figuras del movimiento de los chalecos amarillos insisten en que los agitadores son pequeños grupos de personas que no representan a la mayoría, la cual adopta una postura de reclamo pacífico ante las autoridades.
Asimismo, denuncian que el gobierno y los medios de comunicación se enfocan en estos incidentes violentos para justificar la arremetida policial y para desvirtuar la esencia de la movilización.
El movimiento de los chalecos amarillos comenzó en noviembre a raíz del aumento de precios del combustible decretado por el Ejecutivo, y luego las reivindicaciones se ampliaron al aumento de impuestos en general y la pérdida del poder adquisitivo como resultado de la política gubernamental.
Ahora reclaman también reformar la Constitución en aras de una democracia plena y que los ciudadanos tengan la posibilidad de pedir e impulsar la realización de referendos nacionales sobre temas relevantes.
