Panamá, 29 ene (RHC) Los movimientos sociales de Panamá exigieron al gobierno una disculpa de la canciller, Isabel de Saint Malo, por la “lamentable” posición adoptada por el gobierno panameño sobre el tema de Venezuela.

En la carta de protesta, entregada este martes, las diferentes organizaciones refieren también que la aceptación de un gobierno paralelo al de Nicolás Maduro va en contra del derecho internacional y rompe la cultura del diálogo y la neutralidad que debe prevalecer en estos casos.

“Bajo la batuta de Estados Unidos, un grupo dentro de la OEA (13 países), conocido como el Grupo de Lima o el Cártel de Lima, ha desconocido al gobierno legítimo del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro Moros”, acto que resulta un instrumento diplomático para una intervención colectiva, precisa la misiva.

En tal sentido, los firmantes aseguran que tanto la intervención como la invasión constituyen “una descarada y salvaje violación total de la carta de la OEA y ONU, así como de los Acuerdos de Ginebra y el derecho internacional, que masacrarán salvaje e impunemente al pueblo de Venezuela, que lucha por defender su soberanía”.

Y más adelante cuestiona la legitimidad del Grupo de Lima y la elección de presidentes como Iván Duque (Colombia) y Donald Trump (Estados Unidos), todos por debajo del 68 por ciento de los votos alcanzados por Maduro.

“¿Qué legitimidad tiene Honduras, que derrocó violentamente al presidente constitucional, Manuel Zelaya, en 2009, y permitió elegir fraudulentamente y en violación de la Constitución a su actual presidente, Juan Hernández?”, expresa el texto que también impugna al brasileño, Jair Bolsonaro, que surgió tras un golpe blando judicial contra el candidato Ignacio Lula Da Silva, preso actualmente.

En un llamado a la paz, representantes de grupos estudiantiles, académicos, sindicales y gremios profesionales recuerdan que Panamá es un país bolivariano por su historia, cuyo rol universal fue descrito por el Libertador Simón Bolívar, cuando vaticinó que la nación istmeña sería algún día para el mundo lo que el Corinto fue para los griegos.

También expresan que no pueden estar al lado de la potencia (Estados Unidos) que los invadió el 20 de diciembre de 1989, porque “como panameños sabemos lo grave de una invasión y es por eso que nos pronunciamos a favor de la paz y en contra de la guerra”.

La carta convoca, además, a abrazar las ideas del Papa, quien durante su reciente visita a Panamá llamó a construir puentes y no muros, por lo que exigen la no intervención en los asuntos internos de los Estados, el respeto a la autodeterminación de los pueblos, la retirada inmediatamente del Grupo de Lima y la aplicación de una política exterior independiente.