Caracas, 8 feb (RHC) En una entrevista al periódico La Jornada de México, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró que la conciencia solidaria en el mundo es vital en este momento en que Estados Unidos entró en una fase de desesperación "y se va haciendo cada vez más peligroso", apelando a "la gente que quiere detener un nuevo Vietnam, esta vez en América del Sur".

Ante el asedio injerencista estadounidense, que empuja un golpe de Estado contra Venezuela, el presidente Maduro ha multiplicado su voz en varios medios extranjeros durante los últimos días.

"Donald Trump está obsesionado con Venezuela. (...) No es que ellos lo disimulen", dijo el presidente mencionando las publicaciones de los periódicos del país norteamericano, The Wall Street Journal, The New York Times y The Washington Post revelando los documentos y datos de la conspiración de la administración de Trump para llevar a cabo un golpe de Estado y un Gobierno paralelo en Venezuela.

"¿Cuál es el casus belli (motivo de guerra)? Venezuela no es una amenaza para EE.UU., Venezuela no tiene armas de destrucción masiva apuntando a EE.UU., No, su casus belli es el petróleo venezolano, la riqueza de Venezuela. Y que, en 20 años, no han podido derrotar la revolución bolivariana por ninguna vía. Ni por la vía electoral, ni por la vía política, diplomática, ni por golpe de Estado", determinó el líder bolivariano.

Ante la amenaza militar, Nicolás Maduro confía en la moral popular para rechazar tales agresiones, y en la unión cívico-militar para llevar a cabo una "guerra de todo el pueblo, guerra de resistencia, para dar una respuesta contundente a cualquier posibilidad de agresión militar", aunque declaró que espera que tal escenario nunca suceda y que, al contrario, se imponga la vía diplomática y la paz. "Esperamos que reine la paz. Pero, mientras tanto, nos preparamos para defender nuestra sagrada tierra, como todo el mundo la defendería", puntualizó.

El mandatario aseguró que la negación al diálogo por parte de la derecha "es una posición irracional, insensata. Es una posición antinatura, porque lo natural en la política es el diálogo, la palabra, la conversación", afirmando que este patrón es orquestado por EE.UU. y el Grupo de Lima.

Al respecto comentó que le escribió una carta al papa Francisco en la que, además de agradecer sus oraciones por la paz en Venezuela, le pidió mediar entre Gobierno y oposición. "Creo que la autoridad moral del Papa puede ayudar mucho para un diálogo que sea constructivo, de agenda abierta. Espero su respuesta pronto", dijo el presidente Maduro.

"Yo insisto: sí al diálogo, sí al diálogo y sí al diálogo. Y más temprano que tarde, con la ayuda del Gobierno de México, de Uruguay, de los 14 gobiernos del Caribe en el Caricom, de Bolivia, del grupo de contacto de la Unión Europea -y ojalá también del Vaticano- vamos a sentarnos en una mesa de diálogo. Estoy seguro que así será", confía.

Durante la entrevista, el jefe de Estado le pidió explícitamente a México "toda la solidaridad" e instó a que se levante un movimiento solidario "que le diga a Donald Trump: ¡No a la intervención militar en Venezuela! ¡Queremos paz en Venezuela!". Apeló "a la compañía del pueblo mexicano para que se imponga la paz y se acaben los gritos de guerra" contra su país y agradeció al pueblo azteca por "su nobleza, por su solidaridad".

Consultado sobre cómo salir del actual conflicto, el presidente asegura que "en primer lugar, gobernar el país, atender los problemas de nuestro pueblo; (...) segundo, defender la paz, con justicia, con igualdad,con independencia", impulsando todas las formas de diálogo, agrega, "en tercer lugar, mantener la unión cívico-militar", la que está más unida que nunca, asegura y "en cuarto lugar, defendernos diplomática, política, mediáticamente de todas las agresiones".

Nicolás Maduro reconoció también las fallas de su Gobierno. "Hemos cometido errores en la política cambiaria que han llevado a que se posesionara el dólar criminal, el dólar paralelo (...) En algunos casos hemos abandonado el liderazgo diario de los temas populares", afirmando que hay que poner énfasis en el poder popular e "impulsar el movimiento asambleario, hacer una permanente revisión. Quizás ahí hemos cometido errores, producto de la misma conflictividad que enfrentamos".

Criticó el burocratismo y la corrupción que han surgido en entidades gubernamentales. "A veces tú nombras a un gran compañero en un cargo, a uno que ha servido en la lucha política, en la agitación social, y termina pudriéndose en el cargo. Termina siendo más corrupto que alguna mafia que tú retiraste de ese cargo".

Sobre esos temas, comentó que ya se está trabajando para luchar contra esas falencias. "Es mentira que solo porque uno convoque a la organización el poder popular se organiza solo. No. Hace falta mucho esfuerzo, tocar puertas, motivar, educar, llevar adelante al pueblo, atender sus problemas, empoderar verdaderamente al hombre, a la mujer humilde, al ciudadano, a la ciudadana", dijo.

“Yo diría que el gran reto de la izquierda en el mundo es construir verdaderas bases populares, verdadero poder popular. Porque, a veces, la izquierda cumple con sus luchas políticas, con su consigna, pero se olvida que la política no puede ser aérea. La política debe tener raíces. Siempre uno tiene que poner los pies sobre la tierra", añadió el presidente Maduro apuntando a la organización comunal promovida por el presidente Chávez.

El jefe de Estado aseguró que tildar a su Gobierno de dictadura "forma parte del guión que el imperio estadunidense ha utilizado siempre para etiquetar, estigmatizar a los países independientes, a los gobiernos que no le obedecemos" para, de esta manera, justificar "un golpe de Estado, un magnicidio, una invasión".

El presidente planteó que más del 75 por ciento de los medios en Venezuela son privados y, la mayoría de ellos, de oposición.

Además, recordó el papel que juegan las redes sociales en la campaña mediática contra el país, y que son usadas libremente.

Ante los organismos de derechos humanos (DD.HH.) vinculados con EE.UU. que señalan al Gobierno de violarlos  y mantener a presos políticos, el primer mandatario fue categórico al afirmar que los detenidos son "los responsables del asesinato de varias personas, de la violencia, de la destrucción física de ciudades", además del magnicidio frutrado en su contra de agosto de 2018. "Pero EE.UU. y su manipulación mundial dicen que son presos políticos", añadió.

Consultado sobre la situación social del país, Nicolás Maduro comentó que Venezuela tiene problemas, pero no una "crisis humanitaria". Es una farsa para justificar una intervención humanitaria, expresó. Recordó, además, que los programas sociales se han mantenido e incluso profundizado, para garantizar la protección del pueblo en este escenario.

(Telesur)