Roma, 12 (RHC) La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) informó su propósito de apoyar con medios de vida a más de 32 millones de personas.
El hambre crece en el mundo por mayores conflictos y el impacto del cambio climático, apuntó ese ente y señaló cómo en igual medida debe gestionar financiamiento ascendente a 940 millones de dólares para cubrir las necesidades urgentes de poblaciones de 30 países que padecen inseguridad alimentaria.
En 2019, ese organismo especializado de ONU tiene el propósito, informó en un comunicado de prensa, de asistir a más de 32 millones de seres humanos que dependen de la agricultura para su supervivencia, con acciones que permitan impulsar la producción local de alimentos, mejorar la nutrición y reforzar la resiliencia de las comunidades ante las crisis.
Entre las prioridades está Yemen, donde existe la mayor crisis humanitaria del mundo, y allí FAO aspira atender a 8,6 millones de personas con intervenciones de gran impacto que combinan dinero en efectivo y apoyo a los medios de subsistencia agrícolas.
Incluye, asimismo, el apoyo a 3,5 millones de personas en Siria las que se beneficiarán del restablecimiento de los medios de vida agrícolas y las cadenas de valor, además en Somalia, llegará a 3,1 millones de individuos que padecen hambre aguda con ayuda de emergencia para los medios de subsistencia.
También el auxilio alcanzará a 1,8 millones habitantes de la República Democrática del Congo para restablecer sus medios de vida y mejorar la producción de alimentos.
De manera general, señaló la FAO, la ayuda incluirá iniciativas para impulsar la producción local de alimentos y mejorar la nutrición en los hogares y campañas para apoyar a las familias dependientes del ganado a mantener sus rebaños vivos y saludables.
También prevé proyectos de gestión de los recursos naturales y la tierra para mitigar los riesgos de inundaciones o erosión y crear resiliencia en las comunidades frente a las consecuencias del cambio climático.
Está concebida, además, la ayuda con dinero en efectivo a las personas más vulnerables, para que puedan alimentar a sus familias mientras trabajan para reanudar la producción.
