Brasilia, 15 mar (RHC) La Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, la mayor central obrera de Estados Unidos y Canadá, otorgó al expresidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva el premio de derechos humanos.
El sindicato reconoce las décadas de lucha de Lula para el avance de los derechos de los trabajadores, fortalecimiento de la democracia brasileña y su lucha por una mayor igualdad y justicia en el mundo.
También en el documento expresa que las mujeres y hombres de la Federación conceden el premio a Lula y prometen continuar en solidaridad con la lucha por la justicia y la democracia en Brasil y en el mundo.
El premio lleva el nombre de George Meany-Lane Kirkland, expresidente de la central sindical, y comenzó a ser entregado en 1999, año de su fallecimiento.
Desde abril de 20 18 Lula permanece preso en la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba, capital del sureño estado de Paraná, donde cumple la pena de 12 años y un mes impuesta por el Tribunal Regional Federal de la cuarta región por supuestos actos de corrupción y fue objeto de una segunda condena en febrero en la operación anticorrupción Lava Jato, esta vez a 12 años y 11 meses.
Por su parte, el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva reclamó castigo para todos los que de una forma u otra estén involucrados en el asesinato de la concejala Marielle Franco, perpetrado hace un año.
“Que todos los culpables, incluidos los mandantes, sean castigados. Brasil necesita Marielles, paz, democracia y solidaridad. Marielle vive, las luchas no son en vano”, escribió Lula en una carta divulgada en las redes sociales.
El exdirigente obrero hizo también alusión al sindicalista Chico Mendes, ultimado en 1988 por su defensa de la Amazonía.
Lamenta haber llorado las muertes de Chico Mendes y Marielle. 'Que todos los culpables, incluso los mandantes, sean culpables', reitera el exsindicalista, preso desde abril por supuestos actos de corrupción.
Precisó que, 'igual que la lucha de Chico no murió con él, sino que se hizo más grande, también ha sido así con Marielle'.
La defensora de los derechos humanos recibió el 14 de marzo de 2018 cuatro disparos en la cabeza cuando salía de una conferencia para mujeres en el centro de Río. Otros tres tiros alcanzaron al conductor Anderson Gomes.
El martes fueron arrestados los expolicías militares Ronnie Lessa y Elcio Vieira de Queiroz, sospechosos de perpetrar el homicidio.
Lessa es considerado autor de los disparos, pues estaba en el asiento trasero del auto que se puso a la par del de la activista.
De acuerdo con el Ministerio Público, aún no hay pruebas contundentes de la relación de Lessa con la milicia, pero hay indicios de que él tenga implicación con grupos paramilitares.
Por el primer año del asesinato de la concejala del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) de Río de Janeiro, diversos movimientos sociales realizaron actos, vigilias y debates por todo Brasil para homenajearla y exigir justicia y respuestas.
Bajo la pregunta que aún no ha sido respondida: '¿quién ordenó matar a Marielle?' y con el lema 'Marielle Vive', las manifestaciones se dieron en al menos 25 ciudades brasileñas, para reafirmar las banderas de la concejala que representaba la lucha de negros, mujeres, poblaciones periféricas y LGBT (lesbianas, gay, bisexuales y transexuales).
