Belgrado, 18 mar (RHC) El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic aseguró que la agresión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) fue un grave crimen contra un pequeño estado y una nación orgullosa de su identidad nacional.

Añadió que su país es indoblegable y expresó seguridad en el futuro al pronunciar las palabras inaugurales de la IV Conferencia Internacional del Diálogo Estratégico de Belgrado bajo el lema “A 20 años del bombardeo de Yugoslavia: lecciones para la seguridad europea en el siglo XXI'.

En referencia a los 78 días de ataques aéreos de la OTAN, del 24 de marzo al 10 de junio de 1999, dijo que es preciso analizar con la cabeza fría qué sucedió y qué debe hacer su país en los próximos 20 años para mantener la soberanía, la independencia y la neutralidad militar.

“Hasta hace cinco años solo callamos, pero hoy hablamos directamente, no con odio, sino con el anhelo de juzgar lo que consideramos que fue injusto”.

Opinó que en 1999 a muchos en Occidente les hacía falta un enfrentamiento con Yugoslavia y les era necesario mostrar la supremacía del hemisferio occidental, pero desde entonces, poco a poco, se inició otra construcción, la del llamado mundo multipolar.

Ahora vivimos en ese mundo, en el que Estados Unidos es el más poderoso económicamente, pero se le aproxima China, tenemos a Rusia, Europa es una potencia económica…, exclamó.

Añadió que los bombardeos mostraron cuánta razón tuvo Martin Luther King cuando dijo que la violencia puede obtener una victoria momentánea, pero no una paz duradera.

Opinó que eso es lo que aconteció en Kosovo y Metohija, donde cambiaron los poderes, pero no llegó la paz; se trocó la soberanía, pero el poder lo mantiene la OTAN que le permite a los albaneses gobernar el territorio, pero no se estableció una convivencia.

“Kosovo y Metohija es hoy una suerte de gueto para los serbios y los albaneses quienes solo pueden odiarse, pero bajo supervisión”, aseveró.

Por eso, añadió, aquello no es una solución, sino la postergación de ella que no permite seguridad alguna.

Exteriorizó sus temores de que así perdurará hasta que las partes no sean conscientes y suficientemente responsables para resolver por ellas mismas la cuestión.

Necesitamos, afirmó, una nueva conciencia, no tutoría; debemos darnos cuenta de que la victoria no radica en las pérdidas del otro, sino en renunciar a las demandas maximalistas.

Constató que no es esa la situación existente, porque se reclama de Belgrado que acepte los resultados de la agresión, lo cual, refrendó, no hará nunca y no existe presión que pueda apartarla del orgullo nacional y la dignidad.

Serbia espera el diálogo y la conversación y alguien debe explicar a los albaneses que sin pláticas no pueden conseguir nada, pero ellos no lo ven así, solo esperan la salvación de Washington, pero tengo la esperanza de que eso cambie”, dijo.

Retomando el tema de los bombardeos de 1999, en vísperas del 20 aniversario de aquel hecho, Vucic reconoció que se cometieron errores, pero el país no merecía la agresión de la OTAN, que calificó de acto ilegal contra el orden internacional.

El mandatario agradeció a los expertos asistentes por abordar de una manera mucho más profesional el futuro que depara al mundo.