Puerto Príncipe, 29 mar (RHC) La capital de Haití, Puerto Principe permanece tranquila, a pesar de la convocatoria de la oposición a fuertes manifestaciones, para exigir la renuncia del presidente haitiano, Jovenel Moise.
            
Tal como ordenó el primer ministro interino Jean Michel Lapin, abrieron sus puertas este viernes los centros escolares, comercios, la administración pública, y funciona regularmente el transporte colectivo.

Temprano en la mañana, los barrios populosos de Puerto Príncipe, como Carrefour, que usualmente se unen a los movimientos de protestas, realizaban sus actividades normales, sin responder al llamamiento de la oposición.
            
Desde la víspera, existe una fuerte presencia policial en toda la capital, especialmente alrededor de los puntos estratégicos, como estaciones de gasolina, edificios públicos, comercios, escuelas, industrias y otros.
            
La falta de cuórum en la movilización antigubernamental de este viernes, resulta un duro golpe para los sectores opositores, que también sufrieron un revés a inicios de marzo, con otro llamamiento fracasado.
             
Además pone de manifiesto la dependencia de las estructuras políticas a otros movimientos multitudinarios como los Petrocaribechallanger, que desde febrero trabajan con el gobierno con vistas a la conformación de un diálogo nacional.
              
La reciente acción judicial que ordenó congelar los fondos y bienes de los implicados en el caso de malversación de Petrocaribe, también apaciguó los impulsos de muchos manifestantes.
          
Miles de haitianos fueron convocados a una nueva jornada de protestas antigubernamentales, cuando se cumplen 32 años de la primera Constitución, tras la dictadura de Jean Claude y François Duvalier.

Sectores opositores anunciaron que los manifestantes se darán cita en varios puntos de esta capital, para luego reunirse en el Champs de Mars, principal plaza pública del país.

Las demandas son las que acompañaron las recientes protestas: renuncia del presidente Jovenel Moise, instauración de un gobierno transitorio, celebración de una Conferencia Nacional, además de un juicio justo contra los malversadores de los fondos de Petrocaribe.

Para líderes opositores, el Estado no cumple con las expectativas de la empobrecida población, que enfrenta un aumento sustancial del precio de la canasta básica, así como la depreciación de la moneda nacional con respecto al dólar.

Varias plataformas como el Sector Democrático y Popular, y la recién creada coalición Fuerzas de la Oposición Progresista, confirmaron su participación en la movilización de este viernes y destacaron su importancia por los derechos de los ciudadanos.

En febrero, el bloque opositor consiguió detener, por más de una semana, las principales actividades en esta capital y otras urbes, como parte de un movimiento general denominado Bloqueo del País, que causó serios estragos a la economía nacional, de acuerdo con expertos.

Sin embargo, el primer ministro interino Jean Michel Lapin advirtió a los manifestantes que las autoridades adoptarán medidas enérgicas contra cualquier persona que infrinja la ley y alertó que la vida nacional no se interrumpirá durante la inacción.

La administración pública, el comercio y las escuelas deben funcionar con normalidad, aseguró el jefe de Gobierno en rueda de prensa.

Las protestas son las terceras que enfrenta el mandatario en menos de cinco meses y en medio de la fuerte crisis sociopolítica y económica de Haití, aunque se espera no sean tan multitudinarias como en ocasiones anteriores.