Buenos Aires, 9 abr (RHC) En medio del caos económico generado por la administración de Mauricio Macri, los argentinos muestran júbilo ante la nieta 129 encontrada, víctima de la desaparición forzosa por la dictadura militar de los años 70.
La organización Abuelas de Plaza de Mayo pudo identificar a la joven después de 40 años de búsqueda, a quienes los argentinos agradecen eternamente por su incesante búsqueda.
Hay júbilo hoy en en esta nación austral. La nieta, que vive en España, es hija de Carlos Alberto y Norma Síntora, una de las tantas y tantos desaparecidos que dejó la última dictadura militar en este país (1976-1983).
Rodeada de las Abuelas, del padre de la nieta recuperada, de su hermano Carlos y su tío José, la presidenta de esa asociación, Estela de Carlotto, dio la buena noticia que abre otra puerta de esperanza para esas personas de entre 39 y 45 años que siguen buscando conocer su verdadera identidad.
La madre de la joven aún permanece desaparecida. En 1976 junto a su compañero, tuvieron a su primer hijo Marcos y el 21 de mayo de 1977 en Moreno, provincia de Buenos Aires, fue secuestrada. Estaba embarazada de ocho meses.
El se encontraba fuera del país y debió exiliarse, contó Carlotto, mientras a su lado estaba Carlos, emocionado de poder haber encontrado a su niña, cuya madre pensaba ponerle Soledad si era niña, Pablo si era varón.
“Me enteré ayer a las seis de la tarde, estaba en Chile. Esta mañana viajé para Argentina. Muchas veces me imagine cómo me iba a enterar. Pensaba en una llamada de Estela', expresó este padre, quien finalmente podrá ver el rostro de su hija, casi cuatro décadas después de un suceso que mutiló a estas y a otras tantas familias argentinas.
En la rueda de prensa, Estela de Carlotto pidió, como siempre, que se respeten los tiempos y la privacidad de la nieta 129, a quienes enumeran, dice, para darnos fuerzas de cuantos vamos encontrando.
Y es que, como diría una canción del trovador cubano Silvio Rodríguez, solo el amor engendra la maravilla, ese amor que, a través de la constancia, la lucha día a día, el valor para soportar momentos duros, han hecho que hoy, gracias a las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo se pueda aliviar los corazones y haya noticias como estas.