La Paz, 12 abr (RHC) El presidente de Bolivia, Evo Morales, destacó la importancia de la nacionalización de los recursos estratégicos del país en el cambio de la matriz económica y de los niveles de crecimiento nacional.

Durante la apertura de un mercado popular en la sureña ciudad de Tarija, afirmó Morales que las transformaciones repercutieron directamente en el crecimiento social, cuyos logros económicos reconocen organismos internacionales como la ONU y la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe.

El primer mandatario precisó que la obra fue construida con recursos del gobierno mediante el programa Bolivia Cambia, Evo Cumple, como incentivo al comercio y la seguridad alimentaria.

La baja inflación controlada por el Gobierno y los programas sociales, unido a los incentivos productivos, contribuyen a un mayor acceso a los alimentos de primera necesidad por amplios sectores de la población en Bolivia.

Así lo aseguró el viceministro de Presupuesto y Contabilidad Fiscal, Jaime Durán, al afirmar que el país tiene los precios más bajos de la canasta básica familiar en Sudamérica.

Como promedio se requieren unos 400 bolivianos (algo más de 57 dólares al cambio) per cápita al mes para adquirir los alimentos básicos y esenciales; y en cuanto al consumo familiar el costo rondaría los mil 600 bolivianos, unos 229 dólares, según cálculos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

Durán reiteró que los bajos precios y la inflación controlada -1,5 por ciento en 2018- son resultado de las políticas sociales y los programas productivos impulsados por el Gobierno del presidente Evo Morales.

Hasta marzo pasado el índice inflacionario se mantuvo por debajo del 1,0 por ciento, en una curva negativa de deflación desde inicios de año, conforme a los reportes del INE.

Indicó el funcionario que los productos básicos, como carnes, arroz, verduras y fideo son accesibles a la población, cuyos ingresos aumentaron significativamente en los últimos años.

De acuerdo con el Ministerio de Economía, las políticas implementadas propiciaron un incremento de la movilidad social a favor de la clase media (como se mide aquí esa categoría), cuyo estrato creció a siete millones de personas (62 por ciento) durante el periodo de 2005 a 2018. Hace 13 años el sector socioclasista representaba el 35 por ciento de la población, con 3,3 millones.

Asimismo, la pobreza moderada se redujo de 60,6 en 2005 a 34,6 puntos porcentuales en 2018, que representa una disminución en 26 puntos, según el informe de la cartera.

En similar sentido, la pobreza extrema bajó de 38,2 a 15,2 en el mismo lapso, consideradas estas estadísticas la mayor reducción de ese flagelo en Sudamérica.