Tallin, 14 may (RHC) Como parte de una gira que realiza de cara a las elecciones europeas, la líder ultraderechista francesa, Marine Le Pen, se reunió con líderes del Partido Conservador del Pueblo Estonio (EKRE).

La dirigente política participó en debates junto a Olli Kotro, del Partido de los Verdaderos Finlandeses; Anders Vistisen, del Partido Popular Danés; y Manuel Vescovi, de la Lega italiana de Salvino.

'He venido a reunirme con los líderes del EKRE, con quienes proyectamos formar un grupo en el Parlamento Europeo al lado de Mateo Salvini, del Partido Liberal Austriaco (FPÃ-) y amigos flamencos, daneses y finlandeses', declaró.

Explicó que una vez que se conozcan los resultados de las elecciones europeas del 26 de mayo, intentarán formar una 'Internacional Nacionalista' en la Eurocámara con el nombre de Alianza Europea de Pueblos y Naciones.

Mientras grupos nacionalistas de Francia, Italia y algunos países del norte y el centro de Europa sostienen relaciones cordiales con Moscú, en los tres Estados bálticos y en Polonia hay reticencias sobre un posible acercamiento a Rusia.

En el encuentro, el EKRE subrayó su oposición a la inmigración y su euroescepticismo, que lo acerca al partido de Le Pen, pero también dejó claras sus diferencias en lo que a Rusia se refiere.

Las críticas a la inmigración le han ganado a este Partido nuevos adeptos, al punto de crecer del uno al 17 por ciento en los últimos cinco años.

El EKRE se fundó en 2012 sobre la base de otras agrupaciones en las que militaban numerosos antiguos funcionarios comunistas.

El partido ultraderechista está liderado por Mart Helme, de 69 años de edad, y por su hijo Martin, de 43.

Helme es actualmente ministro de Interior, su hijo ocupa la cartera de Finanzas y su mujer, Helle-Moonika, es diputada, lo que generó fuertes críticas en medios de prensa que consideran el partido como un asunto familiar.

Según de conoció, la familia admira al presidente estadounidense, Donald Trump, y trata de copiar su mezcla de nacionalismo, conservadurismo social y euroescepticismo.

Tras las elecciones de marzo pasado, la ultraderecha se instaló en el Gobierno estonio de la mano del primer ministro Yuri Ratas, obligado a hacer coalición con los partidos conservadores EKRE y Pro Patria.(Fuente:PL)