Washington, 19 jul (RHC) La nueva regla de restricción de asilo solo se aplica en dos estaciones de la estadounidense CBP, Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, mientras el Gobierno duda que la norma sobreviva los desafíos legales.

El jefe interino de la CBP, Mark Morgan, declaró que la polémica regulación, revelada a inicios de esta semana, solo se está implementando como un pequeño programa piloto, y que los funcionarios esperan su bloqueo en los tribunales.

La regla, publicada el martes en el Registro Federal, representa un cambio significativo en el sistema de asilo, porque prohíbe solicitar esa protección a quienes lleguen a territorio norteamericano tras pasar por un tercer país.
           
Esa regulación solo dejaría de aplicarse si quien realiza la petición fue objeto de trata de personas, si la nación por la que atravesó anteriormente no es signataria de alguno de los principales tratados internacionales de gestión de refugiados, o si buscó protección en otro territorio y allí le fue negada.

Por su parte, el Parlamento Europeo criticó la política migratoria de Estados Unidos y denunció las condiciones deplorables de los centros de detención de indocumentados en ese país.

En una declaración aprobada con 330 votos a favor, 252 en contra y 55 abstenciones, la Eurocámara expresó su preocupación por los migrantes que intentan establecerse en esa nación, en especial, los niños separados de sus familias.

Dicho texto critica que esas personas carezcan de una atención, alimentos y servicios de saneamiento adecuados y afirma que las autoridades deben garantizar el respeto a los derechos humanos, la seguridad y el acceso a los procedimientos de asilo.

Asimismo, pide poner fin de inmediato a la separación de las familias, lo cual 'puede provocar traumas sistemáticos en los pequeños y su círculo más allegado.

Además, lamenta que 'el Gobierno del presidente Donald Trump use esa práctica para disuadir a quienes buscan seguridad'.

Los eurodiputados cuestionaron también las redadas iniciadas por las autoridades norteamericanas para deportar a los indocumentados y aseveraron que “responder con la represión y la penalización favorece la xenofobia, el odio y la violencia”.

La declaración de la Eurocámara se suma a las críticas de numerosas organizaciones defensoras de los derechos humanos, pero deja de lado la situación en el llamado Viejo Continente, que ha fallado en la implementación de una solución eficaz a una crisis migratoria que tiene como saldo la muerte de miles de personas cada año en el mar Mediterráneo.