París, 6 ago (RHC) El Ministerio francés para Europa y de Asuntos Exteriores reiteró su llamado a evitar una escalada de tensiones en el golfo Pérsico, en momentos en los que aumentan los peligros de confrontación en el estrecho de Ormuz.
La Cancillería fijó su postura en un contexto marcado por la decisión del Reino Unido de sumarse a Estados Unidos en una misión de vigilancia en el estrecho, argumentando la necesidad de proteger 'de la amenaza iraní' a buques comerciales que navegan por la estratégica ruta.
Francia toma nota de la decisión británica de participar en la misión internacional de seguridad marítima lanzada por Estados Unidos, en aras de proteger sus intereses, precisó en un comunicado.
Sin embargo, París señaló que trabaja con sus socios europeos, entre ellos Londres, en la búsqueda de soluciones concretas, tanto diplomáticas como operacionales, para reducir las tensiones en la región y a la vez garantizar la seguridad en el golfo.
El escenario parece escalar cada vez más en esa parte del planeta, a partir de la política hostil de Estados Unidos hacia Irán, que incluye el regreso a las sanciones y su salida del acuerdo nuclear de Teherán con Washington y otras potencias mundiales (Alemania, Francia, China, Reino Unido y Rusia), iniciativa materializada en 2015 en Viena que trajo muchas esperanzas de paz.
La situación se complicó aún más el mes pasado, cuando la armada británica interceptó en Gibraltar al tanquero iraní Grace 1, bajo la justificación de que violaba las sanciones impuestas a Siria, y dos semanas después Teherán retuvo en el estrecho de Ormuz al buque cisterna de bandera británica Stena Impero.
Francia, a través de su Cancillería, abogó por el respeto a la libertad de navegación y exigió a Irán la devolución sin demoras del Stena Impero, pero al igual que en pronunciamientos anteriores sobre el tema no hizo mención alguna a la acción de Londres que motivó la respuesta persa.
De acuerdo con fuentes en esta capital, el Reino Unido trató sin éxito de convencer a Francia y Alemania para impulsar una coalición marítima europea con presencia en el golfo.
París parece por el momento más inclinado a la opción diplomática, y subrayó este martes su interés en promover 'un diálogo inclusivo' acerca de la seguridad marítima en la tensa región, aunque también considerando la parte operacional.
Alemania, Reino Unido y Francia enfrentan en la práctica un dilema, acompañar a Estados Unidos en su agresividad y acciones para aislar a Irán o el apego a una política más responsable, que pasa por la defensa del acuerdo nuclear y el compromiso con evitar la escalada de las tensiones en una ya bien convulsa parte del globo.
El gobierno de Emmanuel Macron da muestras de su inclinación por el segundo escenario, a partir de sus contactos con Teherán.
Macron y el presidente Hassan Rouhani conversaron por teléfono a finales de julio, y poco después llegó a esta capital al vicecanciller iraní Abbas Araghchi con un mensaje del mandatario persa.
Otro elemento a considerar es el rechazo de Francia, manifestado el 2 de agosto, a la decisión de Estados Unidos de sancionar al canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, al considerarla distanciada de los esfuerzos para frenar las tensiones con Teherán.
Nuestra postura es que todos los canales diplomáticos deben permanecer abiertos, en particular en un escenario actual de escalada de tensiones, declaró entonces el gobierno galo en un comunicado, en el cual precisó que compartía esa visión con el Reino Unido y Alemania.