Washington, 16 ago (RHC) La OPS, Organización Panamericana de la Salud, aseguró que  América Latina y el Caribe atraviesan un nuevo periodo epidémico de dengue con un incremento notable de casos, región donde se contabilizan más de dos millones de infestados y 723 fallecidos.

Luego de alertar sobre otro brote de esa enfermedad, trasmitida por el mosquito Aedes aegypti, advirtió la OPS que los menores de 15 años son el sector poblacional más vulnerable y afectado, mientras, llamó a erradicar al máximo los criaderos del agente trasmisor.

El director del Departamento de Enfermedades Transmisibles y Determinantes Ambientales de la OPS, Marcos Espinal, precisó que después de dos años de baja incidencia, la situación en la región está complicada por el clima, la mala gestión ambiental y la alta capacidad de adaptación del mosquito que trasmite el dengue.

De acuerdo con el organismo especializado de salud, los 10 países más afectados por el dengue, según la cantidad de nuevos casos por cada 100 000 habitantes son Nicaragua, Brasil, Honduras, Belice, Colombia, El Salvador, Paraguay, Guatemala, México y Venezuela.
Por su parte, el doctor José Moya, representante en Cuba de las Organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud (OMS/OPS), ponderó en esta capital el programa cubano para combatir las arbovirosis, el cual – dijo- sirve de ejemplo por la permanente vigilancia mediante el control vectorial y la intervención sanitaria oportuna para diagnosticar las enfermedades.

En el XVI Curso Internacional sobre dengue, zika y otros arbovirus emergentes, que sesiona hasta el 23 de agosto en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí con representantes de unos 50 países de los cinco continentes, el experto de ese organismo de las Naciones Unidas reiteró la importancia del trabajo intersectorial para controlar y eliminar la transmisión de esas y otras dolencias transmitidas por el mosquito Aedes Aegypti.

Ello abarca desde las acciones para reducir la presencia del vector, que se incrementa con las elevadas temperaturas, las lluvias y también existe mayor riesgo de transmisión el movimiento poblacional en varios países, acotó en declaraciones a la prensa.

Moya alertó que a pesar del esfuerzo de los gobiernos para evitar el contagio y propagación de los arbovirus, en lo que va de año hay reportados en las Américas más de dos millones de casos con dengue y calificó de intensa la transmisión en Suramérica y Centroamérica.

Asimismo, advirtió que el 70 por ciento de la población de ese continente vive en condiciones propicias para la trasmisión del dengue, con tendencia al aumento, por lo cual señaló que lo principal es identificar tempranamente los casos y facilitarles el acceso a los servicios de salud.

Además es importante que los médicos y la población sepan reconocer a tiempo los signos de alarma que indican el agravamiento de la salud, entre estos alertó pueden presentarse dolor abdominal, hinchazón de los párpados, sangrado de encías y de la conjuntiva, edemas, vómitos persistentes y frecuentes e irritabilidad.

Brasil es el país de la región con más casos reportados en lo que va de año con más de un millón de personas con dengue y también algunos identificados con fiebre amarilla, precisó el representante en Cuba de OPS/OMS.

Explicó que por el incremento de las temperaturas y el movimiento poblacional hay mayor riesgo de transmisión en Nicaragua, El Salvador, Honduras, Colombia, Guatemala, y Perú, entre otros países del área.

Esta situación en el continente americano mantiene a Cuba en alerta, donde se trabaja para controlar al Aedes aegypti y evitar la propagación del virus, enfatizó el doctor Francisco Durán, director nacional de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública.

La nación caribeña tiene un sistema de vigilancia y control del vector, también agente trasmisor del zika, chikungunya y la fiebre amarilla, por lo que a pesar de presentarse algunos brotes de dengue en el primer semestre del año, todos han sido controlados y disminuidos, aseveró el funcionario del Minsap.

Por ello el doctor Durán insistió en la importancia de reforzar las medidas de prevención desde el hogar para evitar criaderos y la proliferación del vector, si se tiene en cuenta que en esta época del año las lluvias y altas temperaturas propician la reproducción del insecto, en ciclos cada vez más cortos.