Naciones Unidas, 25 sep (RHC) Presidentes de países de Medio Oriente y África alzaron sus voces para defender la paz como condición necesaria para el desarrollo económico y social en el mundo, sin intervención foránea.

Al intervenir ante el plenario en la 74 Asamblea General de Naciones Unidas, el mandatario de Irán, Hassan Rohani, denunció que su país sufre el terrorismo económico más despiadado por parte del Gobierno de Estados Unidos.

Señaló, que Washington, el cual impone sanciones extraterritoriales contra Irán y emite amenazas contra otras naciones, recurre a la piratería internacional al hacer uso indebido del sistema bancario internacional.

Tras manifestar que la nación iraní nunca olvidará los delitos de esos delincuentes, acusó a la parte estadounidense de aplicar ilegales sanciones contra estados soberanos.

Rohani, quien sostuvo que la actitud de Estados Unidos supone un quebrantamiento de la soberanía política y económica de todo el mundo, valoró que no se debe tolerar en la región de Medio Oriente, al borde del colapso, la intervención provocadora de extranjeros.

Al dirigirse a los presentes, el presidente de Iraq, Barham Salí, señaló que el terrorismo, el cual se propaga cuando existen vacíos políticos de seguridad, persiste en Siria.

Ante la propagación del terrorismo y el extremismo debemos unir esfuerzos para que los sirios puedan erradicar esos fenómenos y encuentren una solución política, manifestó.

El presidente de Níger, Issoufou Mahamadou, llamó a la comunidad internacional a crear una fuerza conjunta que combata a grupos radicales en la región del Sahel y la cuenca del lago Chad.

Por otro lado, el rey de Swazilandia, Mswati III, consideró que el multilateralismo resulta fundamental para la paz, en un contexto en el que “todos somos iguales, independientemente de su tamaño o poder económico”.

El jefe de Estado también exigió a Naciones Unidas que apoye diferentes iniciativas surgidas en África para solventar problemas en sectores como la salud.

Luego de expresar que hasta la fecha unos 300 mil desplazados sirios que se encontraban en territorio libanés retornaron a su nación de origen, el presidente del Líbano, Michael Aoun, alertó que no cesaron aún las violaciones por Israel de la soberanía de su país.