Santiago de Chile, 21 oct (RHC) El Comité Panamericano de Juezas y Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana exhortó al gobierno chileno que recupere la paz, sobre la base de la justicia.

En un comunicado expresó que a raíz de las protestas contra el alza del precio del metro, fuertemente reprimidas por policías y soldados, ha sido denunciada reiteradamente por el papa Francisco.
     
Añadió que ese atropello generado por el propio poder público no puede luego convertirse en justificación para aplicar una brusquedad armada para reprimir a las víctimas de la presión económica.
     
El grupo aseveró que el gobierno de Chile es el único responsable por las violaciones a los derechos humanos en las principales ciudades de ese país.

Las protestas en Chile contra el Gobierno de Sebastián Piñera que exigen retirar el estado de emergencia y a los militares en las calles, continúan en medio de la represión.

En plaza Italia, las personas se reagrupan y también demandan la renuncia de Pinera, en tanto, las principales organizaciones sindicales del país emplazan al Gobierno para que restituya la institucionalidad democrática y dé una salida a la crisis más grande desde el fin de la dictadura militar.

En un comunicado público, advierten que el estallido social detonado por las alzas de la locomoción colectiva ha puesto en evidencia la rabia contenida y el descontento por las políticas impulsadas en las últimas décadas, mientras, amenazan con hacer efectiva una huelga general.
           
Los sindicatos recalcan que Piñera no está entendiendo las razones de fondo de la protesta ciudadana generalizada en todo el territorio y enumeran las alzas permanentes de los servicios básicos, los estancados salarios y la mercantilización de los derechos sociales, entre otras.

Un triste episodio se vivió en el centro de Buenos Aires, en las inmediaciones del consulado chileno, donde una manifestación pacífica en apoyo a ese pueblo hermano terminó en graves incidentes, con heridos y varios detenidos.

La concentración había sido pactada desde horas de la tarde y transcurrió con normalidad cuando al final comenzó una verdadera batalla campal entre manifestantes infiltrados y miembros de la policía, quedando varadas en el medio varias personas que se encontraban en el lugar, muy cercano al Obelisco porteño.

Imágenes en vivo de varias televisoras captaron el momento cuando un camarógrafo quedó tendido en el piso por un golpe en la cabeza, en tanto hubo 13 contenedores de basura quemados, y se lanzaron bombas molotov de un lado, mientras la policía arremetió con balas de goma, gases lacrimógenos, de otro.

En entrevista con el canal Crónica, en medio de los hechos registados en el centro de la capital, un chileno residente en este país señaló que se manifestaban de forma pacífica en apoyo a su pueblo, pero lamentablemente se ensució la cosa. No queremos desmanes ni aquí ni en Chile, dijo.

Con cacerolas en mano, manifestantes se unieron en defensa de ese pueblo, sacudido por las protestas sociales que han dejado una dura postal del Chile de hoy.