Bakú, 26 oct (RHC) El consenso prima en torno a los temas y posturas estratégicas para el Movimiento de Países No Alineados (Mnoal), cuya XVIII Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno concluye este sábado en la ciudad capital de Azerbaiyán.
Los mandatarios y altos representantes de los 120 países miembros aprobarán en esta jornada final la Declaración de Bakú, que contiene los lineamientos y posiciones del Movimiento que nació en Belgrado en 1961 y hoy agrupa a casi las dos terceras partes de los Estados integrantes de la Organización de Naciones Unidas.
Según dijo a Prensa Latina el director general de Asuntos Multilaterales de la cancillería cubana, Rodolfo Reyes Rodríguez, el documento final alcanzó aceptación general desde su discusión a nivel de expertos y altos funcionarios.
No sucede a menudo que tal nivel de consenso se alcance antes de llegar a la aprobación de los jefes de Estado y Gobierno, acoto.
Subrayó además que el Mnoal saldrá fortalecido de la cita en Bakú.
El Movimiento apuesta por defender sus principios fundacionales que son el respeto a la autodeterminación, la no intromisión en los asuntos internos y el rechazo al unilateralismo y las medidas de coerción de grandes potencias contra los países del Sur, añadió.
Aunque no se le menciona por su nombre, el accionar del gobierno de Estados Unidos tiene el rechazo de los No Alineados que se oponen a la política de sanciones y subversión contra países como Cuba, Venezuela y otros de diversos continentes, subrayó el diplomático de la isla caribeña.
Otro principio a recuperar es el de la solidaridad. Ello fue fundamental en la lucha del pueblo sudafricano contra el apartheid, recordó aquí la canciller sudafricana, Naledi Pandor.
Añadió que en el mundo en desarrollo hay millones atrapados en la pobreza y la inseguridad. Ellos necesitan de la voz unida del Movimiento No Alineado y de los pueblos del Sur, apuntó.
La mayoría de los discursos pronunciados en Bakú llaman a que el Mnoal apueste por el multilateralismo, por la negociación, el diálogo y la cooperación para resolver los conflictos, algunos de los cuales ponen en peligro la paz mundial.
También para encarar los retos del desarrollo y del cumplimiento de la Agenda 2030 de Naciones Unidas y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Son premisas igualmente para hacer frente a las secuelas del cambio climático que para algunos pequeños países insulares resulta una batalla por la sobrevivencia.