Brasilia, 7 nov (RHC) El diario Folha de Sao Paulo señaló en sus páginas que por primera vez en 27 años, Brasil cedió a la presión de Estados Unidos y votó contra la resolución anual de las Naciones que condena el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.

La publicación denuncia que, en las últimas semanas, la Casa Blanca, 'a través de la división del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidental, ha pedido en dos ocasiones a Itamaraty (Ministerio de Relaciones Exteriores) que cambie su posición histórica de rechazar medidas económicas unilaterales y que se alinee con Estados Unidos en la votación'.

Según Folha, Washington argumentó que, al condenar el asedio contra Cuba, Brasil enviaría el mensaje de que el país caribeño puede seguir interfiriendo en Venezuela con impunidad y que el Gobierno brasileño tolera las violaciones de los derechos humanos' en la isla caribeña.

Reitera que el canciller brasileño, Ernesto Araújo, cedió a la presión estadounidense, a pesar de la gran resistencia del actual embajador de Brasil ante la ONU, Mauro Vieira.

Insiste en que el voto brasileño va contra la posición histórica de Itamaraty de condenar las medidas económicas unilaterales contra países vetados por el derecho internacional y la ONU.

Por su parte, el excanciller Celso Amorin consideró que el voto de Brasil en Naciones Unidas a favor del bloqueo rompió una tradición diplomática de 27 años y manchó la credibilidad de este gigante país sudamericano.

La alineación de Brasil con los intereses de Washington y votar a favor del cerco contra la isla caribeña constituye 'una mancha indeleble en nuestra credibilidad', comentó Amorim al portal Brasil 247.

Lo anterior demuestra, denuncia la página, que 'el Palacio Itamaraty (Ministerio de Relaciones Exteriores) actúa como una sucursal del Departamento de Estado' de la potencia norteña.

Recuerda que, por primera vez en la historia, Brasil votó contra la resolución de la ONU que condena el bloqueo a Cuba.

Subraya que la actitud del Gobierno de Jair Bolsonaro no tiene precedentes y cambia la posición diplomática de Brasil, adoptada desde 1992, cuando se votó por primera vez la injusta medida contra la isla caribeña.

En más de una ocasión, Amorim advirtió que el bloqueo es toda una filosofía en juego, 'la del aislamiento que no beneficia a nadie y hace sufrir al pueblo cubano'.

Como excanciller de Brasil, tuve la oportunidad de expresar nuestra posición en varias ocasiones y también el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, remarcó.

Mientras el Centro Brasileño de Solidaridad con los Pueblos y Lucha por la Paz (Cebrapaz) saludó la rotunda victoria de Cuba en las Naciones contra el bloqueo y condenó la posición del gobierno de Brasil a favor del cerco.

“El voto de Brasil, gobernado por el régimen de extrema derecha de Jair Bolsonaro, fue infame, al igual que el infame bloqueo. Con este voto, Brasil rompe con la tradición soberana de solidaridad y amistad con Cuba, ya que restableció relaciones diplomáticas con la isla caribeña en 1986”, indica la declaración del Cebrapaz.

El centro asegura que la votación en ONU resultó 'una victoria capital para el pueblo cubano y su gobierno, una afirmación de la solidaridad internacional con un pueblo que, por sus propias razones y voluntad, eligió su propio camino de desarrollo, paz y justicia social'.

En su comunicado, Cebrapaz refuta 'el voto del Gobierno de Bolsonaro, motivado por su posición ideológica y por las relaciones de sumisión al imperialismo norteamericano'.

Denuncia que una vez más el mandatario de extrema derecha 'se asocia a los planes de Estados Unidos de estrangular a la economía cubana, con el objetivo de desestabilizarla políticamente. Al hacerlo, actúa contra el desarrollo y el progreso económico y social de Cuba'.

Vaticina que 'cuando se restablezcan la democracia y la soberanía nacional con el establecimiento de un Gobierno que respete los derechos humanos y la coexistencia armoniosa entre las naciones, el voto de Brasil será una vez más una clara declaración contra el bloqueo imperialista'.