Ciudad de México, 13 nov (RHC) El expresidente de Bolivia, Evo Morales, consideró que la única forma de parar la crisis sociopolítica de su país, después del golpe de Estado, es un diálogo nacional, y manifestó su disposición de regresar si el pueblo lo pide.
En declaraciones a periodistas en el Museo de la Ciudad de México, donde permanece como asilado político, el exgobernante llamó a que cesen las agresiones contra familias, y a la coordinación pacífica de todos los sectores sociales, con agenda abierta, y en la que participen cívicos y políticos.
Un día después de su llegada a territorio mexicano el líder indígena instó a los comandantes bolivianos a no usar armas contra los ciudadanos, y afirmó que las balas no paran la rebelión y la insurrección del pueblo.
Llamó a no entrar en el violento juego de la derecha, y defendió que la lucha debe ser en defensa de la democracia. Lamentó que los que se ha construido con esfuerzo en el país andino, a lo largo de 13 años, ahora se destruye con facilidad.
Cuestionó el exjefe de Estado boliviano que aunque él y el exvicepresidente Álvaro García Linera desconocieron el resultado de la primer vuelta electoral, y renunciaron a sus cargos, por qué la ultraderecha continúa la violencia, y aumenta el sicariato, y consideró que lo que se vive es una lucha de clases.
Reiteró que su gran delito es ser indígena, y los indígenas, argumentó, practican la solidaridad y la complementariedad, la convivencia en armonía con la madre tierra, y respaldan a la Patria por encima de cualquier diferencia.