Los representantes Bill Pascrell y Don Bacon escribieron al Inspector General del Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono) para recibir informes sobre los heridos del ataque iraní realizado el 8 de enero contra la base estadounidense en la provincia iraquí de Al-Anbar en represalia por el asesinato del teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán.

“El Congreso y el público americano deben saber si el Pentágono ha sido preciso y totalmente trasparente en sus informes. Además, debemos asegurarnos de que nuestros miembros del servicio estén revisando adecuadamente las explosiones y las conmociones cerebrales”, indicaron el miércoles Pascrell y Bacon.

Tras advertir de que las lesiones cerebrales son graves y pueden a menudo alterar la vida, los representantes presionaron al Pentágono para que tomara las medidas necesarias para tratar a los heridos.

“Es fundamental que el Pentágono trate las lesiones cerebrales con el compromiso que se merece al ser sincero con el público norteamericano sobre las lesiones sufridas en el ataque contra los miembros del servicio estadounidense”, indica la carta de los congresistas.