Pretoria, 11 feb (RHC) Sudáfrica celebra hoy el 30 aniversario de la liberación del líder antiapartheid Nelson Mandela, quien se convirtió en el primer presidente negro de esta nación de África Austral con la llegada de la democracia en 1994.
A su salida el 11 de febrero de 1990 de la prisión Victor Verster, en la provincia de Cabo Occidental, Mandela fue aclamado por miles de personas que lo esperaron en ese momento histórico que marcó el inicio del proceso de transición que acabaría con el régimen de segregación racial que lo mantuvo prisionero durante 27 años, comenta Prensa Latina.
Mandela, quien falleció en 2013 a los 95 años en su residencia de Johannesburgo, se convirtió en el primer jefe de Estado y Gobierno de Sudáfrica electo en comicios que incluyeron a todos los sudafricanos y se mantuvo al frente del país de 1994 a 1999.
El acto central por esta fecha tendrá lugar en Ciudad del Cabo con un discurso del presidente Cyril Ramaphosa desde el balcón de la alcaldía de esa urbe meridional donde Mandela se dirigió a sus seguidores a pocas horas de salir de la cárcel, actualmente Centro Correccional Drakenstein.
En un comunicado por esta efeméride, el mandatario sudafricano dijo que esa fecha fue de gran júbilo en toda Sudáfrica y que recuerda vívidamente la concentración frente a la prisión en espera de su salida y en la plaza de la alcaldía para escuchar sus palabras.
Los sudafricanos celebraron con gran entusiasmo ese acontecimiento no solo por el regreso del gran líder de este pueblo después de 27 años, sino porque su liberación fue un momento definitorio en nuestra marcha hacia la democracia, expresó Ramaphosa.
La excarcelación de Mandela, también llamado Madiba, ocurrió una semana después que el entonces presidente Frederik de Klerk legalizó el Congreso Nacional Africano, el Congreso Panafricano y otras organizaciones como el Partido Comunista.
Al atravesar la salida de esa prisión, Mandela confirmó a Sudáfrica y al mundo que amanecía una nueva era en este país, subrayó el presidente Ramaphosa en su comunicado, en el que rememoró las palabras de Madiba que apuntaban la necesidad de la unidad de los sudafricanos en la importante tarea que se avecinaba, una realidad que dijo se mantiene hoy, 30 años más tarde.
Destacó que incluso después de la liberación del líder antiapartheid y la legalización de las organizaciones que habían sido prohibidas en la década de 1960 'la transición hacia la democracia fue difícil'.
En ese sentido, se refirió a que miles de personas más perdieron la vida a causa de la violencia política impulsada deliberadamente para desestabilizar el proceso de negociaciones, que se vio en peligro por atrocidades como las masacres de Boipatong y Bisho, ocurridas en 17 de junio y el 7 de septiembre de 1992, y el asesinato del dirigente comunista Chris Hani el 10 de abril de 1993.
Ramaphosa señaló que ahora Sudáfrica enfrenta desafíos de otra naturaleza porque aún es necesario solucionar los retos de desigualdad, fundamentalmente definidos por raza y género, el desempleo que profundiza la pobreza y la violencia en las comunidades, en particular contra las mujeres.
(Prensa Ltina)