Brasilia, 3 may (RHC) El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, salió este domingo otra vez a las calles de Brasil para desafiar la cuarentena ante la pandemia de Covid-19, al discursar contra la medida frente a miles de seguidores.
Sin mascarilla, pero tomando distancia del pequeño grupo de simpatizantes, Bolsonaro participó en un acto en Brasilia contra el Congreso Nacional y el Supremo Tribunal Federal (STF).
Frente a partidarios, el mandatario ultraderechista afirmó que llegó al límite y que las Fuerzas Armadas y el pueblo están del lado de su gobierno y se hará cumplir la Constitución "a cualquier precio".
En medio del acto, transmitido en directo por redes sociales del exmilitar, varios fotógrafos y periodistas fueron agredidos verbal y físicamente por manifestantes que resultaron ser desalojados del lugar.
"La destrucción de los empleos por parte de algunos gobernadores es irresponsable e inadmisible. Vamos a pagarlo caro en el futuro", subrayó Bolsonaro, quien acusa a los gobernadores de imponer el confinamiento en detrimento del trabajo y la economía.
La protesta se realizó bajo una crisis política en Brasil que se ahondó tras la renuncia el 24 de abril del exjuez Sergio Moro como ministro de Justicia y Seguridad Pública por interferencias del gobernante en la Policía Federal (PF).
Moro presentó la víspera disímiles pruebas durante su testimonio en la sureña ciudad de Curitiba contra Bolsonaro.
Con mensajes, audios y correos de WhatsApp, el exministro testificó durante ocho horas en la Superintendencia de la PF de la capital del estado de Paraná para detallar sobre los cargos que emitió contra el presidente cuando se apartó del gobierno.
Respondió a las preguntas de los delegados de la Dirección de Investigación y Combate al Crimen Organizado, y de tres fiscales que salieron de Brasilia hacia Paraná para participar en la audiencia.
La declaración de Moro, basada fundamentalmente en sus intercambios de audios y correos con Bolsonaro durante su periodo en la cartera de Justicia, será enviada al ministro Celso de Mello, del STF, relator que inquiere sobre las acusaciones.
Tal contenido puede mantenerse confidencial si la PF lo considera necesario. En los próximos días, De Mello deberá determinar el cumplimiento de los pasos para reunir pruebas e información con el fin de analizar las imputaciones. (Fuente: Prensa Latina)