San Juan, 27 may (RHC) La pobreza extrema amenaza al 65 por ciento de la niñez en Puerto Rico, como secuela de la pandemia de la Covid-19, arrojó un estudio del Instituto del Desarrollo de la Juventud (IDJ).

Este dato implicaría un incremento de casi ocho puntos con relación 58 por ciento de ese grupo que en la actualidad está ubicado en la precariedad.

El IDJ lo considera el peor desastre en cadena que padece esta isla del Caribe desde septiembre de 2017, con la devastación del huracán María y los sucesivos terremotos en el suroeste desde enero pasado.

La pandemia ha impactado severamente a la población del país, sin embargo, esta nueva crisis y sus estragos se acentúan aun más en los menores que viven en la pobreza, según ha constatado el IDJ en el estudio “Los efectos del Covid-19 en la seguridad económica de la niñez y familias en Puerto Rico: Vulnerabilidades, proyecciones y recomendaciones”.

Por eso, de la asistencia de los gobiernos federal estadounidense y de Puerto Rico no llegan a las familias, quedarán sumergidas en la pobreza 244 mil personas, entre las cuales se incluyen 43 mil niños en un periodo de tan sólo cuatro meses.

La directora de Investigación y Política Pública del IDJ, María Enchautegui, destacó que la pandemia de Covid-19 llegó al país en un ambiente ya de por sí golpeado y vulnerable.

La doctora Enchautegui subrayó que este estudio ofrece un escenario de las consecuencias que tendrá la pandemia en estas familias con niños que viven por debajo del nivel de pobreza si no tienen acceso a recursos económicos de manera prioritaria.

La directora ejecutiva del IDJ, Amanda Rivera Flores, agregó por su parte que es necesario mitigar los efectos de la pandemia a corto y largo plazo, ya que estudios realizados por la entidad desde 2017 han demostrado que las familias con niños que viven en la pobreza son las más afectadas por los desastres ocasionados por fenómenos naturales como mayor proporción con pérdidas materiales, inseguridad alimentaria e inestabilidad en el desarrollo.

El estudio actual arroja que las ayudas estatales y federales pueden reducir la pobreza de forma temporera, si llegan a tiempo a las familias que necesitadas.

Enchautegui alertó que sin las ayudas federales esperadas, estimadas entre 5,4 a 5,9 mil millones de dólares, los impactos en la pobreza serán mayores, pero insistió en la urgencia de tomar medidas a largo plazo para reducir la pobreza infantil.

Fuente: Prensa Latina