El fiscal general de EE.UU. sacó pecho ante los demócratas y justificó la mano dura contra las protestas antirracistas en Portland. En una audiencia ante el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, William Barr defendió el envío de agentes federales a esa ciudad para reprimir a los manifestantes. Alegó que tras la muerte del afrocamericano George Floyd, violentos alborotadores y anarquistas se han tomado las protestas para causar estragos y destrucción.
Barr fue acribillado con preguntas de los demócratas, que acusaron a la Administración Trump de sofocar manifestaciones pacíficas contra el racismo y la brutalidad policial. Según la oposición, el fiscal general quiere favorecer políticamente a Trump a tres meses de las elecciones presidenciales.
El candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden, al presentar su plan para combatir la injusticia racial, responsabilizó a Trump por el caos y la división que están azotando al país.
La administración Trump envió este mes agentes armados, muchos de ellos con equipo de combate, a Portland. Ahí, la indignación callejera contra el racismo NO ha dado tregua desde hace dos meses. La medida de Trump, no obstante, intensificó las protestas. Funcionarios locales han acusado al Gobierno de una reacción exagerada que empeoró una situación manejable.
Las tropas federales enviadas por Trump han sembrado terror en Portland. Hasta ahora, decenas de personas han resultado heridas y varias han sido brutalmente arrestadas.